Prácticamente Vendida ✔

Capítulo 14

Estaba almorzando junto a mamá mientras ella hablaba por celular con la señora Morgan. Se habían hecho muy amigas, tanto que todos los días salían juntas a hacer no sé qué. Por lo menos ella la pasaba de maravilla con todo esto, mientras su hija se quería arrancar el cabello. Ya habíamos hablado de la amenaza de papá, pero aún no estaba resuelto por completo. Ellos solo se excusaron con que no sabían qué hacer conmigo y tomaron esa decisión drásticamente pero aún así seguíamos algo distantes.

— Ok, adiós.— mamá colgó y me miró.— Jenni y yo iremos al museo, ¿vienes con nosotras?

— Tengo una fiesta con las chicas del equipo.— le informé moviendo la comida con mi tenedor.— No puedo.

Mamá asintió.— ¿Irás con Caden?

Hace casi una semana no lo veía, después de la cena yo no fui a su casa ni él a la mía. Además en la universidad me ignoró tanto que hasta yo pensé que no nos conocíamos. Eso me molestó un poco después de que casi nos besamos.

— No.— me limité a decir algo molesta.

Me sentía algo sola. Mamá salía todos los días y volvía a altas horas de la noche, mientras yo me quedaba sola en casa, ya que papá se había ido de viaje, otra vez.

— Cariño, de alguna forma deberás acostumbrarte a él, les espera una larga vida juntos.— comentó mamá.

— Lo sé.

No quería pelear, hoy no. Ni siquiera tenía ánimo para eso.

— Caden es un chico guapo, inteligente, tiene modales, es atento y además se ven muy lindos juntos.— mamá sonreía como desquiciada.— En la cena ya hasta parecían esposos.

Me puse de pie y subí a mi habitación, no quería seguir escuchando lo magnifico que sería estar con Caden, cuando no era así.

Pasaron las horas y mamá se fue, según Kate. Me bañé y comencé a maquillarme, ya que se estaba oscureciendo y debía alistarme para la fiesta. Estaba emocionada, las chicas del equipo eran muy simpáticas y en cada entrenamiento reíamos mucho. Me gustaba salir a fiestas, ya que podía vestirme, actuar, hablar y caminar como yo quisiera, en cambio cuando estaba con mis padres debía comportarme como la chica perfecta.

Me puse un vestido ajustado dejando notar mis curvas y zapatos altos. Hasta demostraba más edad, ya que mi cara era de un bebé y mi altura no aportaba demasiado. Tuve que pedir un taxi ya que mi papá se había llevado las llaves del jeep, para que yo no lo ocupara cuando quisiera. A veces podía ser el hombre más fastidioso de la vida, aún más que Caden.

Llegué a una casa muy linda, la cual estaba repleta de chicos de nuestra edad. Creí que era solo una fiesta del equipo, pero estaba la mitad de la ciudad ahí. Entré y encontré a Kendall, la cual se acercó a mi y me abrazó. Al parecer ya estaba borracha.

— Ve a beber algo de la barra, todas están allá.— dijo algo emocionada.

Caminé a la barra y saludé a todas las chicas. Me sorprendió ver al entrenador bebiendo con ellas. Comenzamos a beber y a hacer juegos entre nosotras, mientras Brent se reía por las tonterías que hacíamos en los juegos.

— Sophie, te reto a que invites a bailar a ese chico.— Kendall lo señaló.

El chico era bastante alto y estaba hablando con dos chicos más. Tomé un shot al seco para darme valor y caminé hasta él mientras escuchaba los gritos de aliento de las chicas.

— Disculpa.— toqué su hombro y él giró mirándome con una agradable sonrisa.— ¿Quieres bailar conmigo?

— Me halagas, pero ya tengo pareja de baile.— no sacó esa bella sonrisa de su rostro.