Capítulo 27

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Llevábamos tres días saliendo e íbamos de maravilla. No habíamos peleado ni una sola vez, es más, estaba de acuerdo en todo lo que yo decía. Se estaba tomando en serio la oportunidad que le di y eso lo agradecía demasiado. Él me gustaba en serio y tampoco quería estropearlo por algo tonto.

Nuestros padres habían organizado una cena. Bueno, era una especie de fiesta porque el trato entre las empresas ya casi estaba listo, solo debíamos casarnos y lo cerrarían. Seguía sintiéndome usada y vendida por mis padres, pero por lo menos tenía a Caden conmigo.

Me puse un vestido largo, color negro con un largo escote en V y un corte dejando ver mi pierna derecha. Cuando mis padres me vieron no dijeron nada, quizá ya no sabían qué hacer conmigo y tal vez por eso me habían prácticamente vendido. Si hubiera vivido en la época donde las personas creían en los dioses, yo habría sido Penélope de Ítaca, a la cual su padre lanzó al mar cuando apenas era una bebé. Claro que ella sobrevivió, pero estoy segura que papá hubiera intentado matarme.

La fiesta era en un hermoso local a las afueras de la ciudad. Al igual que como la primera fiesta, estaba repleto de personas que no conocía. Sentía que conocía a algunas personas, pero la verdad es que no las recordaba.

— Hola.— dijo Jenni con una sonrisa.— Se ven todos muy lindos.

Los Morgan venían entrando, los tres muy elegantes, como siempre.

— Gracias, ustedes también.— dijo mamá muy amable.

Caden se puso frente a mi y me miró de pie a cabeza.— Te ves muy hermosa.

— Y tú...

— Perfecto, lo sé.— sonrió como el galán seductor que era.

— Muy guapo, eso iba a decir.— intenté no reír fuerte. Se me iría toda la elegancia.

Puso sus manos en mi cintura y dejó un beso sobre mis labios.— Por lo menos ahora no debemos actuar.

— Y lo agradezco mucho.— susurré.

En cuanto nos separamos nuestros padres se miraban entre ellos confusos.

— ¿Nos perdimos de algo?— preguntó mamá algo asombrada.

Miré a Caden y él asintió.— Estamos saliendo.

— ¡Por fin!— dijo Jenni emocionada.— Me alegro mucho por ustedes y en otra ocasión hablaremos de esto, ahora vayan a saludar a sus amigos.

Tomó mi mano y comenzamos a caminar mientras saludabamos a algunas personas. Todo iba muy bien, hasta que escuché esa horrible voz sacada del mismo infierno.

— ¡Caden!— era Brenda.

— Hola.— la saludó mi novio, pero ella se le lanzó encima para abrazarlo y él soltó mi mano.

— Te ves perfecto.— lo miró de pies a cabeza y luego me miró a mi.— Hola.

Solo sonreí sin despegar los labios, ella no me agradaba para nada y si abría mi maravillosa boca podía arruinar la fiesta. Caden volvió a tomar mi mano mientras Brenda le hablaba de algo a lo que no le puse atención.

— Amor, ¿me disculpas un momento?— dejó un beso en mi frente.— Dame cinco minutos. Brenda va a mostrarme algo.

Dicho eso se fue, dejándome completamente sola sin saber dónde ir ni con quién hablar. Comencé a caminar hacia los bocadillos ya que tenía mucha hambre. Normalmente no acostumbraba a comer mucho antes de usar un vestido como el que llevaba puesto.

— No me cansaré de decirte que eres guapísima.— dijo Peter a mi lado.

Sonreí.— Hola, y gracias.

Prácticamente Vendida ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora