Capítulo 6

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Había dormido de maravilla y no había despertado en toda la noche, como otras veces. Durante la semana que llevaba en la ciudad había tenido insomnio, pero Ian me hizo dormir genial. Extrañaba dormir con él y tener esa sensación de seguridad. Conversamos la mayor parte de la noche, yo le hablé de los amigos que había hecho, las fiestas a las que había ido, obviamente omitiendo la parte en la casi beso a Caden en el jeep de mi padre. Él habló de como estaban las cosas en Nueva York, al parecer las que decían ser mis amigas estaban haciendo lo posible para que todos estuvieran en mi contra, hablando mal de mi y regando mis secretos por todos lados. Con esos amigos, ¿para qué quiero enemigos?

Ya estábamos bañados y desayunando con mis padres. Papá hablaba de la universidad y yo solo quería que volviéramos a la habitación. Quería tenerlo a mi lado todos los días que nos quedaban juntos, porque después tendría que regresar a la ciudad para entrar a la universidad y volveríamos a estar separados por un largo tiempo.

— Caden vendrá hoy.— avisó mamá solo para joder el momento.

Creo que ahora más que nunca entendería a Daphne, de hecho me uniría al club de Odio a Caden Morgan y sería la presidenta. Mandaría a hacer poleras y chaquetas con el rostro de Caden y una equis sobre ella, con el hashtag muérete Caden abajo de la imagen. Era una buena idea, solo faltaba apoyo.

— ¿Caden y tú son muy amigos?— me preguntó Ian mientras revolvía su taza de café.

Si, de hecho somos tan amigos que nos casaremos, estás invitado, cariño.

— Los mejores.— respondió papá por mi, ya que sabía qué decir.— Caden es el mejor chico que vas a conocer en la vida. Es educado, inteligente, amable y muy simpático.

¿Acaso estábamos hablando del mismo chico?

Creo que papá quería acostarse con ese idiota ¿y si mejor ellos se casaban? Caden sería mi padrastro. El solo imaginar la idea reía por la estúpida que era.

— Ayer él nos trajo.— Ian seguía revolviendo la taza con mucha paciencia.— No hablamos mucho.

— Es un chico encantador.— no sé por qué mamá se sentía orgullosa de él.

Si, no puedo negar que a simple vista es el chico con el que sueñas estar algún día, por el que mueres que te mire aunque sea un segundo o te sonría, con el que sueñas estar toda tu vida y hasta tener hijos, pero cuando te golpea la realidad no es así, de pronto quieres golpearlo y alejarlo lo más de ti.

— Después de que lo conoces bien no es tan encantador.— dije desafiando a mamá con la mirada.

Ian tomó mi tomó mi mano y la dejó sobre la mesa mientras tomaba un poco de su taza. Él sabía que ya íbamos a comenzar a pelear, él sabía cómo era mamá y de las cosas que era capaz de hacer, por eso es que lo amaba tanto, me entendía más que nadie.

El rey de roma entró al comedor con una gran sonrisa y con un outfit sacado de portada de revista famosa. Venía con un traje gris, una camisa negra con los dos primeros botones abiertos y un reloj de oro sobre su muñeca izquierda. Su cabello estaba desordenado y los piercing de las orejas y nariz brillaban dándole un toque de chico malo.

— Lamento la tardanza.— saludó a papá de la mano y a mamá con un beso en el dorso de esta.— Tuve que ir a una reunión con mi padre y se alargó más de lo planeado.

— ¿Muchas cosas que discutir?— preguntó papá mientras bebía de su taza.

— Demasiadas.— respondió mientras caminaba hasta mi novio.

Ian lo siguió con la mirada hasta que llegó a él y le tendió la mano, se demoró un poco, pero también la tomó y dijo:

— ¿Qué tan amigo eres de mi novia?

Prácticamente Vendida ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora