Justin Bieber , Gerente General de Bieber Enterprises. Ha sido un padre respetado y rico desde que tiene memoria. Era muy conocido en la comunidad DDLG; Prácticamente famoso. Todos los papás querían ser como él y todas las bebes querían ser suyas. T...
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ＰＯＶ ＤＥ ＪＵＳＴＩＮ ＢＩＥＢＥＲ
—Así que pensé que podríamos- —Rosie me cortó una vez más tosiendo violentamente mientras dormía en su cuna. Frunzo el ceño ante el sonido y mi corazón se aprieta un poco. Estoy seguro de que ella se debe sentir terriblemente mal.
—¿Podemos callar a esa perra? —Escucho decir a uno de mis clientes. Giro la cabeza tan rápido que casi me rompo el cuello.
—¿¡Discúlpame!? ¿Te gustaría repetir eso? —Golpeo mis manos sobre la mesa y le doy la mirada más mortal. Todos los demás se congelan en el borde de su asiento.
—Todo lo que digo es que si esa perra interrumpe una vez más, me llevaré mi negocio a otra parte. —Dice con aire de suficiencia.
—¿Cuál es tu nombre? —Pregunto con calma, sorprendiendo a todos.
—Antonio Petrovic. —Dice, ahora un poco asustado.
—Sr. Petrovic, al final del día, incluso si sale de aquí para llevar su negocio a otra parte, nadie más necesitará de él ni de usted, por si no te has dado cuenta tengo más poder que tú, ¡Maldito hijo de perra! —Ladro, haciendo que todos salten, especialmente la pequeña perra presumida frente a mí.
—Yo... S-señor. —Tartamudea.
—¡Vete de aquí! —Gruño, señalando la puerta. Inmediatamente empaca y despega.
Suspiro, pasando una mano por mi cabello y luego suspiro otra vez sabiendo que arruiné mi look perfecto.—¡P-papi! —Rosie tose y luego comienza a llorar por el dolor que recorre su cuerpo.
—Reunión suspendida. Recogeremos mañana. —Digo severamente, solo queriendo cuidar a mi bebé. Todos se apresuran rápidamente a salir de la sala, probablemente sabiendo que en estos momentos era una bomba esperando explotar.
Una vez los veo a todos fuera, camino hacia la cuna.— Oh cariño, ¿Todavía te sientes mal? —La abrazo, y la inclino para quitarle el pelo de la cara.
—V-voy a- —Ella se atraganta y sé exactamente lo que va a suceder. Mis ojos se abren y la saco de la cuna, sosteniendo su cuerpo en estilo nupcial, y corro lo más rápido que puedo al baño de la oficina. Tan pronto como llego allí, ella libera el contenido de su estómago en el inodoro.
Mi corazón se rompe con sus sollozos, jadea por aire y se ahoga cuando me agacho para sostener su cabello y frotarle la espalda. Cuando finalmente se detiene, mojo una toalla de papel y le limpio la cara. Sus labios tiemblan y sus cejas se fruncen mientras mantiene los ojos cerrados, tratando de bloquear la luz en la habitación.— Está bien, gatita. Está bien. Papá está aquí —La tranquilizo, levantándola y acunándola hacia mí.
Regreso a la sala de reuniones vacía y la acuesto en una de las sillas.— Ya vuelvo, cariño. No te muevas a menos que te vuelvas a sentir mal de nuevo. —Digo y ella asiente débilmente. Levanto su bolso y salgo de la habitación, cerrando la puerta detrás de mí por si acaso.
Entro en la cafetería de calidad de abajo y me pido un plato de pasta y agua. Luego le pido a Rosie un poco de sopa de pollo con fideos y galletas, junto con una ginger ale. También tomo la botella de leche de la bolsa y hago que la calienten por mí.— Muchas gracias. —Les entrego una propina de $50.
—¡Oh, de nada, señor Bieber! Siempre es un placer, señor. —El hombre sonríe.— ¡Espero que Rosie se sienta mejor! —Él dice mientras salgo. Miro hacia atrás y sonrío en respuesta.
Rápidamente regreso a la sala de reuniones, donde Rosie se encuentra inmóvil.— P-Papi... —Ella gime cuando me ve, estirándome sus brazos.
— ¡Me pregunto qué quieres! —Jadeo, bromeando con ella.
—¡Abrazos! —Ella gime de nuevo
—¡Ohh, está bien! —Envuelvo mis brazos alrededor de uno de sus brazos, todavía bromeando.
—¡N-no, papi! ¡Esa no es la forma correcta! —Ella se ríe.
—¿No lo es? ¿Qué dices ahora? —Envolví mis brazos alrededor de su cabeza, asfixiándola contra mi pecho.
—¡Papi, aaaa! —Ella grita ahogadamente en mi pecho.
—¡Oh, está bien! ¡Tú ganas! —La arrullo mientras dejo la bolsa de comida y luego la levanto para sentarla en mi regazo.— Te conseguí algo de comida, princesa. No puedes tomar tu medicina con el estómago vacío. —Agarro su sopa de la bolsa y abro la taza humeante.
—¡Y-yay! ¡C-comida! —Ella aplaude y luego tose con dureza. Frunzo el ceño, agarrando la cuchara y llenándola con el delicioso caldo.
—Abre la boca, cariño. —Ordeno, dándole la sopa. Ella gime por el sabor y el sonido llega directamente a mi polla, pero me detengo porque estaba muy enferma.
—Buena chica, cariño. Buena chica.
Le doy lentamente la sopa hasta que se le acabó, luego le doy las galletas y el ginger ale para que tome un sorbo y mordisquee mientras termino mi pasta. Nos sentamos en un cómodo silencio y paso mis dedos por sus hermosos rizos sedosos mientras como.
Cuando casi termino, ella se queja en voz alta y sale de mi regazo.— ¿Qué pasa, cariño? —Pregunto preocupada, no queriendo que vomite de nuevo después de comer toda su comida.
—¡D-demasiado caliente! —Llora, luego me sorprende quitándose el pijama de conejito y volviendo a mi regazo solo con su sujetador y bragas.
Levanto una ceja y luego asiento con aprobación.— Muy bien entonces. —Le acaricio el muslo recién desnudo y bebo mi agua. Luego saco su botella y agrego la medicina triturada, en polvo, a la leche.
—Aquí tienes, cariño. —La acuné en mi regazo y le di la botella, observando cómo ella se la pone en la boca y comienza a chupar.— Lo sé, cariño. Lo siento. —Digo con simpatía cuando veo que su cara se contrae ligeramente al probar la medicina.— Cuando lleguemos a casa, papá te acurrucará en su cama y vamos a ver películas todo el día. ¿Suena bien, gatita? —La beso en la frente.
La botella hizo un sonido de explosión cuando se la quitó de la boca.— ¡S-sí, por favor, papi! —Ella sonríe.
—Quiero acurrucarme en la cama de papá ahora. —Ella pone mala cara, acurrucando su rostro en mi costado.— Lo sé, cariño. Estamos a punto de irnos a casa. —Le acaricio el pelo.— Te amo bebé. —La abrazo, al verla comenzar a alejarse nuevamente de la medicina.
—Yo también te amo, papi. —Ella suelta y luego cae en un sueño profundo, convirtiéndose en un peso muerto en mi regazo.
Me río y sacudo la cabeza, sorbiendo mi agua. Qué lindo mi pastelito.
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Solo otro lindo relleno. Espero que a todos les haya gustado este capítulo. Ahora me voy a la cama jajaja.
