Justin Bieber , Gerente General de Bieber Enterprises. Ha sido un padre respetado y rico desde que tiene memoria. Era muy conocido en la comunidad DDLG; Prácticamente famoso. Todos los papás querían ser como él y todas las bebes querían ser suyas. T...
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ＰＯＶ ＤＥ ＪＵＳＴＩＮ ＢＩＥＢＥＲ
—Querida, ve a buscar tus juguetes ahora. Es casi media noche, cariño. —Digo cerrando el libro de cuento de hadas que le estaba leyendo a Rosie, recostado en el cómodo sillón reclinable de su habitación.
—Okay, papi. —Ella se ríe y luego se arrastra hacia sus contenedores de juguetes. Casi me ahogo cuando veo algo impactante.
—¿Gatito? —Pregunto severamente cuando noto como mi polla se estaba endureciendo en mis pantalones mientras hablaba.
—¿Sí papi? —Ella pregunta inocentemente, haciendo una pausa mientras ponía sus muñecas en la canastilla.
—¿Dónde en la tierra verde de Dios están tus bragas? —Le pregunto mordiéndome el labio mientras ella se inclina, dándome la vista perfecta.
—No me gustan esas bragas, papi tonto. —Ella se ríe, sacudiendo la cabeza y continua guardando sus juguetes.— Los volantes son picantes. —Ella continúa.
—Oh, está bien. ¡Eso tiene mucho sentido! La próxima vez vamos a tirar nuestra ropa interior al viento y caminar libres como un pájaro. —Exclamo, levantando los brazos.
Ella se ríe, agarrándose la barriga.— Papi gracioso. —Ella cubre su boca con su mano, tratando de mantener su risa escondida.
—Sé que soy muy gracioso... Ahora, ¿Qué tal si arrastras tu trasero perfecto y burlón por aquí? —Ordeno con mi voz de "papi".
Ella me mira inocentemente debajo de sus pestañas.— Pero los juguetes- —Ella comienza.
—Olvídate de los juguetes. —La interrumpí.
Se mordisquea el labio mientras se para lentamente y se acerca a mí. Cuando se para frente a mí, me recuesto en la silla y me paso el dedo por el labio inferior.— Date la vuelta e inclínate. Deja que papá vea tus hermosas princesitas. —Dije tirando de mi labio inferior con los dientes con más fuerza, mientras la veía a ella jugar con el dobladillo de su vestido.
Se sonroja de un rojo brillante antes de darse la vuelta y agacharse. Empujo su vestido un poco para una mejor vista.
—Querida, estás tan mojada. —Sonrío, pasando un dedo por sus pliegues húmedos y sobre su clítoris. Ella tiembla y gime en silencio en respuesta.— Eres tan perfecta, ángel. —Digo, tratando de distraerla.
—G-Gracias yo.. ¡Dios mío! —La interrumpí agarrando sus caderas y lamiendo todo su sexo, depositando mis dedos haciendo movimientos circulares en su clítoris.
La follo lentamente, burlándome de ella justo como ella me provocó con su brillante idea de no usar bragas. Su dulce y apretado coño se estremeció y apretó mi lengua.— P-papi, ¿P-Por favor puedo correrte? —Ella ruega después de unos minutos, sus piernas temblando mientras hago mi magia.
