Daddy's Girl ©® DDLG | Spanish version |

Capítulo 23

*Por favor comenten  para que hayan actualizaciones frecuentes. Los comentarios son mis favoritos porque todos son divertidos*

ＰＯＶ ＤＥ ＲＯＳＩＥ ＤＡＮＩＥＬＳ

Mis ojos se abren cuando escucho el tintineo de mis juguetes. Gimo cuando me doy cuenta de que estoy de vuelta en mi cuna y no en los brazos de papá. Al escuchar que mis juguetes vuelven a hacer ruido, miro a través de los barrotes de la cuna para ver a una pequeña niña rubia de mi edad jugando con MIS juguetes con MI Papi.

¿Qué está pasando en la tierra verde de Dios? ¿Entré en coma y este es el futuro? ¿Es que acaso estoy alucinando?

Voy a decir algo cuando me corta la risa melódica de papá.— No, nena. —Le dice quitándole el juguete de la mano.— Tu hiciste esto. —Él le muestra cómo armar los bloques. Ella se ríe y asiente, mirando su hermoso rostro con una sonrisa.

Mis ojos se abren y me duele el corazón mientras jugaba con ella y la llamaba "babygirl". Yo era su bebé, no esta puta al azar.

—Papi. —Dice, haciéndome jadear en silencio horrorizada. Ella lo llamó "Papi". Me dolió aún más cuando él no la corrigió, solo la miró un poco incómodo. Echa un vistazo rápido a la cuna y cierro los ojos rápidamente para no quedar atrapada.

—¿Sí, cariño? —Miro de nuevo con los ojos abiertos; esta vez con lágrimas pinchando las esquinas.

¿Qué estaba haciendo? Sabía que a veces era común que un Daddy Dom tuviera más de un bebé, pero Justin nunca ha tenido más de dos al mismo tiempo, o mejor dicho me ha informado sobre el tema. Tal vez porque sabía que lo odiaría. Odio compartir, especialmente a mi papá. Le espera otra cosa si cree que me lo va a robar tan fácilmente.

—Tengo hambre, papi. —Se queja, tirando mi juguete caro, que cuido muy bien, al otro lado de la habitación y gateando sobre su regazo. 

—¡Marie! —Se ve un poco enojado.— No puedes simplemente tirar los juguetes de Rosie así, como así. No me hagas azotarte. —Él dice en su voz de papá, haciéndola gemir y yo contener una sonrisa.

—Lo siento, papi. —Susurra y la necesidad de golpear sus dientes crece cuando lo llama papi otra vez. 

—Será mejor que recojas esto ahora y luego te conseguiremos algo de comer. —Él dice y ella hace un puchero resoplando, parándose de su regazo y levantando mis juguetes. Sí, puta robapapis, recoge mis juguetes.

Una vez que guarda todos los juguetes, ella se queja y le hace una mano a papá. Él la mira por un segundo sin moverse de sus ruegos, sabiendo que no fui yo y que no tenía razón, hasta que ella hace una mueca de cachorro. Él parece derretirse al instante, como si no se tratase de un Daddy Dom que no sentiría nada ante una babygirl que no es de su propiedad. Sin más la levanta.

Un gruñido silencioso escapa de mi garganta mientras ella envuelve sus piernas alrededor de su cintura.

Esta vez papá escucha y se da la vuelta para mirarme. Cuando me ve despierta, una sonrisa brillante crece en su rostro.— ¡Bebita! —Prácticamente anima a venir hacia mí hasta que ve mi enojada expresión facial.

—¿Qué- Oh... —Se da cuenta de que todavía tiene a Marie en sus brazos y lentamente la hace alejarse de él. Ella mira al suelo sabiendo que yo era su bebé original y amado, pero no pude evitar notar la sonrisa malvada en su rostro.

—Justin.. —Digo enojada, de pie en la cuna. Estoy seguro de que me veía tan amenazante con mi mono de mariquita y coletas, pero una niña tiene que hacer lo que tiene que hacer una niña.