𝐶𝑎𝑝í𝑡𝑢𝑙𝑜 14

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POV DE JUSTIN BIEBER

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POV DE JUSTIN BIEBER

Recibo algunas miradas extrañas mientras llevo a Rosie todavía llorando en mi cadera, pero las ignoro mientras acaricio su trasero con dulzura. Ella había vuelto a caer en su Pequeño Espacio y me rogaba que la abrazara, entonces, ¿Quién era yo para rechazarla?

Jadeo juguetonamente de repente, haciéndola mirarme con los ojos llorosos y el labio inferior tembloroso.— ¡Mira, cariño! Yogurt congelado. —Apunto a la tienda de yogurt congelado, que estaba cruzando la calle, luego le hago cosquillas en la barriga. Ella jadea y se pone las delicadas manos sobre la boca.

—Papi. —Dice con una voz asombrada que me hace reír.

—¿Quieres un poco, cariño? —Pregunto.

—¡Sí, papi! ¡Por favor! ¡Bastante por favor! —Ella salta arriba y abajo sobre mi cadera con entusiasmo.

—Está bien, calabaza. Cálmate. —Me río de su afán. Sin embargo, todo está arruinado cuando una mascota gigante de helados viene caminando hacia nosotros, poniéndose en la cara de mi bebé. Rosie deja escapar un chillido aterrorizado y trata de trepar por encima de mí para alejarse de él.

—¡NO! ¡ATRÁS! PAPÁ, DETÉNLO. —Solloza, tratando de pasar por encima de mi hombro y salir de mis brazos.

—¡Querida, cálmate! —La abrazo con fuerza y ​​la mezco.— Sal de su cara, idiota. ¿No puedes ver que la estás asustando? —Siseo cuando la mascota intenta acercarse para asegurarse de que está bien.

—Whoa, hombre, relájate. —Obviamente era un adolescente rebelde disfrazado.

—No "hombre". No voy a "relajarme". —Ladré con voz sarcástica, mi presión sanguínea se disparó ya que Rosie seguía llorando y odio el sonido. Me duele el corazón.

—Esa una perra bonita la que tienes allí, por cierto. —El niño dice como si estuviera tratando de molestarme en ese momento.

Mis ojos tiemblan mientras trato de no asesinarlo en el acto y voy a hablar cuando Rosie me corta el aliento.— ¡Papá! El cono de helado malo me llamó con la palabra P. —Ella solloza aún más fuerte, enterrando su rostro en mi pecho.

—¿Papi? —El niño se quita la cabeza de mascota y yo tenía razón sobre la parte rebelde del punk adolescente.

—Oh, ya veo. Eres uno de esos bastardos pervertidos. —El chico se ríe.— ¿Cuantos años tienes? —Yo hago la pregunta muy importante.

—Acabo de cumplir 18 años. —El pequeño imbécil sonríe.

—Bueno. —Dejé a Rosie abajo y luego me arremangué las mangas de la camisa— Al menos no me arrestarán por golpear a un menor. —Digo antes de golpearlo en la mandíbula.

Daddy's Girl ©® DDLG | Spanish version |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora