Hasta El Demonio Fue Inocente ( Completa, Libro 1 )

8

Narrador Omnisciente.

Mientras tanto esa chica llegaba a la nueva ciudad, en una casa lejana alguien la pasaba muy mal.

Chad debió escuchar a su hijo cuando le advirtió que algún día cambiarían los papeles del juego.

Que lo odiaba y que cuando creciera jamás lo volvería a ver, pero como hacerle caso a un estúpido niño de diez años. Cuando sabía que en este mundo estaba solo. Además tener el odio de su hijo no le importaba.

Es más tras la muerte de su esposa, jamás quiso admitir que se sentía culpable, el alcohol ya no le servía para olvidar su patética vida, necesitaba algo más fuerte y así fue como se involucró en las drogas, mientras ese pequeño crecía más y más golpes recibía.

Humillar a los demás, como lo habían hecho con él lo alegraba, soltar el odio que sentía consigo mismo hacia contra el mundo, era la única manera de mantenerse algo cuerdo.

Ahora colgado a una viga, como un animal de carnicería, comprendía tarde que ese niño su palabra cumplía.

Ya llevaba un día así, sus brazos le dolían sentía mucha sed, tenía la boca seca. Ya que el amarre no lo dejaba tragar bien, vio chico bajar y acercarse al él sonriendo.

—¿Estás cómodo papá?—preguntó con un tono sarcástico, pero calmado. Alzando la vista del hombre, ya que este se negaba a mirarlo—ah, verdad, no puedes- fingió recordarlo y sonrió divertido.

Dio pequeños toques con sus dedos al amarre en la boca de Chad.

La diversión en su mirada era clara y al mismo tiempo tan fría como un iceberg.

—Me imagino que tienes sed—comentó—por eso te he traído vino, de gran calidad por supuesto.

Miro la botella y luego a su padre, en sus ojos podía ver claramente cuantas ganas tenía de beber, es un alcohólico nunca se cansa y mucho menos él, dejo la botella sobre la mesa.

-Solo hay una condición...-se paseó por ardedor de él. Lento, pero decididos, intimidándolo- cuando yo te quite el amarre no grites, ¿sí?

Se ganó frente a su padre

-¿No gritarás, verdad?.

El hombre lo miro y negó

-Muy bien-respondió, no le creo nada, sin embargo, lo libero de la mordaza.

-¡Eres un imbécil!!- gritó con fuerza al instante- ¡suelta me dé aquí ahora!-exigió; Aún estando amarrado y claramente en desventaja no se humillaría por él.

Eso jamás se creía el rey de todo el control era suyo y lo cedería tan fácil, menos ante el débil de su hijo.

Para él no era más que una estúpida broma.

- Oh, ¿en serio? Pudiendo decir tantas cosas y dices algo que siempre he escuchado desde los 3 años-soltó una risita de diversión y negó mirándolo- parece que el imbécil eres tú te dije que no gritaras papá...- escupió la última palabra, odiaba el solo hecho de pronunciarla.

—¡Que me sueltes te he dicho!-rugió ignorando todo lo que dijo el chico.

Este lo miro con burla y soltó una leve carcajada, negó y sonrió ampliamente dándole un toque siniestro.

-Porque una vez que gritaras no pararías más-le mantuvo la mirada, mientras tomaba un cuchillo.

-¡Suéltame imbécil!- ordeno con fuerza y movió sus manos intentando liberarse.

Quería golpearlo ya mismo por todo lo que le estaba haciendo. Cuando se liberara haría lo mismo que le hizo a la estúpida de su madre.

Pero su hijo ni se inmutó, alzo una ceja y solo lo miro como con aburrimiento.

Conocía a la perfección toda su manera de pensar, lo básico y patético que era Chad, nada de lo que decía o hacía lo sorprendía.

Soltó un suspiro de aburrimiento y siguió escuchando las estupideces que decía.

—¡Deja ya esta actuación de mierda y suéltame!—escupió los pies de su hijo.

—Ay, en algo tienes razón acaba de comenzar el segundo acto de mi obra-sonrió divertido, y con el cuchillo comenzó a cortar su ropa lentamente hasta dejarlo desnudo.

—¡Enfermo de mierda, ###, soy tu padre, así que sacarme de aquí ahora!— siguió con los intentos de liberarse a pesar de que cada movimiento sus brazos y hombros dolieron más, sus muñecas se ponían más rojas debido a la fricción de la cuerda, causándole un escozor.

-Na, no lo haré, es más te dejaré libre cuando tu cuerpo este sin vida- admitió y tomo la botella de vino dándole de beber.

Chad lo miro incrédulo, no se atrevería eso, era solo una tonta amenaza, se apartó un poco de la botella.

—El debilucho de mierda me va a matar, ya lo creo—respondió con burla.

—Será lo último que beberás en días—contesto él ignorando lo que dijo su padre.

Cuando creyó que fue suficiente lo volvió a dejar sin habla.

—Volveré pronto, disfruta tu poco tiempo de vida Chad. Claro si es que puedes—le dio una última mirada, para luego subir las escaleras del sótano.

Una vez más el hombre volvió a quedarse solo, con un extraño sabor en su boca, el vino estaba algo espeso, era una mezcla entre algo dulce y metálico, tras un largo rato de forcejo se quedó dormido junto al frío de esa noche.

Nota

Holaa, quiero aclarar que en esta #### va el nombre del chico el cual aun no les dire :3 pueden hacer sus teorías de su nombre y dejarla en los comentarios, bye gracias por leer. K