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Anya

Estábamos en el hospital, esperando a que despertara a Gera.

Joyce se encontraba con ella.Cosa que me pareció extraña, pero no era el momento de hacer preguntas.

El trauma que había causado en las personas era irreversible. Balbuceando, llorando, gritos y dolor, en cada parte del hospital se veía a la gente desesperada.

Padres, amigos, hermanos. Eran ellos los que habían perdido a sus hijas, esa esperanza de que aparecieran vivas... se esfumó.

No quedaba nada. Ninguna podía explicar lo que les sucedió. La historia se iría con ellas a la tumba.

¿Quien se atrevía a hacer algo así? ¿Cuál era su problema? ¿Está loco?

Ninguna palabra podía describir como se sentía estar ahí, viendo sus cuerpos, la imagen se repetía en mi mente una y otra vez. Parecía una obra hecha por el mismo diablo.

Crueldad pura.

-¡Anya! ¡espera!- escucho a Joyce gritar mientras se aproxima corriendo hacia mí.

-¿Qué pasa?-cuestione volteando me hacia él.

-Gera, acaba de despertar, quiere que entres...- responde, mientras acomoda la cadena en su cuello.

-Ah, gracias por avisar -sonreí leve y me aproximo a la puerta, respiró profundamente antes de entrar a la habitación.

Y ahí está Gera, conectada a las máquinas para saber su presión y ritmo cardíaco.

-¿Me veo muy mal?- pregunta con una pequeña sonrisa en su rostro pálido.

-Te vez terrible - bromeo, para quitar la presión del ambiente.

No soy fanática de los hospitales, siempre se relacionan con cosas malas. pero tampoco tengo una percepción tan mala de ellos.

Soltó una pequeña carcajada y luego suspiro.

-¿Sigues pensando que es él?- mira sus manos y aprieta sus dedos.

Sé que está nerviosa por sus reacciones.

Me limito a asentir.

-No, lo puedo imaginar siendo así... - murmura- sé que lo juzgue al principio.. Pero y si, ¿me equivoqué?

¿Cómo? Me sorprende oírla dudar. Más si es de Joyce...

-¿Qué cambio?- cuestionó y sentando me a su lado.

-Nada, o sea, no es un mal chico... - titubea un poco.

Fruncí mis cejas y apoye mi mano en la cama.

-¿Te está gustando?- alzo una ceja mientras la analizo.

-¡No! ¿Cómo piensas eso? Es solo que, lo he estado conociendo mejor y admito que me pude haber equivocado- se enoje de hombros para restarle importancia.

-Ya... ¿y lo que descubrimos? ¿Cómo lo explicas?- pregunté de golpe.

-No sé, pero lo resolveremos- asegura, y su mirada de posa en Joyce, que había entrado.

-El doctor dijo que ya estabas de alta-informa mientras se aproxima Gera y acaricia su mejilla.

Para no dar mal tercio salgo de la habitación. Llego a la cafetería del lugar, pido un café cortado.

-Por fin te encuentro- dice Mars, sentándose a mi lado.

-Ya lo lograste- le doy un sorbo a mi café y apoyo mi cara un su hombro.

Hasta El Demonio Fue Inocente ( Completa, Libro 1 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora