Hasta El Demonio Fue Inocente ( Completa, Libro 1 )

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Narrador Omnisciente

Con el paso de los días, la gente volvía otra vez a la normalidad. En el colegio todavía resonaba, el nombre de Kerstin Wagner, pero poco a poco la comenzaban a olvidar.

Experto Nathan quien cada vez que podía, bebía para tratar de olvidar la pérdida de su hermanastra.

Los sospechosos eran muchos, pero el culpable solo uno.

Narra Anya

Mi madre había vuelto de su viaje y ahora nos estábamos cambiando de casa, lo que no me alegraba para nada, porque me la pasaría sola la mayor parte del tiempo.

Gera y Nathan estaban cada vez más raros, parecían estar en sus propios mundos y aunque intentaremos que todo estuviera igual, las sonrisas y bromas fingidas eran pan de cada día. Los entendía. La muerte tan trágica de algún amigo o familiar cercano es difícil de superar.

La gente aún tenía temor y algunas personas de edad decían que la maldad se hacía cada vez más fuerte y que esto solo sería el inicio.

Mi madre me había castigado por 2 semanas sin poder salir. La directora le informó lo ocurrido con Camille por medio de un correo electrónico. Mis calificaciones no estaban siendo tan buenas tampoco y eso lo sumo todo.

Cuando termine de acomodar las cosas en mi nuevo cuarto, fui a la habitación de mi madre. Estaba llena de cajas y aún no estaba colocada su cama, sin querer pase a botar unos papeles. Lo que parecían ser cartas... abrí un sobre en donde encontré fotos.

Entre estas la de una joven y un bebé. La chica de la foto, era muy similar a mí. Sus rasgos y color de pelo eran iguales. Mi sangre se heló por un momento. Era mi madre biológica..., la bebé de la foto era yo. Ella sonreía de afabilidad a la cámara.

Trague con dificultad. Al fin encontraba alguna pista de como era. Di vuelta la foto y encontré una nota.

Para mi pequeña Anya... no olvides que te amo

Mis ojos se llenaron de lágrimas, pero evité llorar.

—Any, amor ¿ya terminaste de ordenar tu cuarto?—habló mi mamá desde el primer piso, yo dejé todo como estaba y la foto la guardé en mi bolsito.

—Sí, mamá ¿te ayudo a ordenar el tuyo?

—No, ve a descansar—dijo mientras entraba a la habitación.

—Bueno, si necesitas algo me dices—sonreí leve y volví a mi habitación.

Mire la foto una vez más y me quede dormida con ella entre mis manos.

...

Narra Asesino

Como la cabaña ya había sido inaugurada, procedí a ordenar mis elementos. Cuchillos, alambres de punta, fierros, etc. Cada uno tenía un destinatario o destinataria especial.

Al observar mi reflejo, curve levemente mis labios. La belleza, puede ser tan cautivadora que puede llegar a engatusarnos. Mi máscara podía engañar a muchos y esa había sido una de la única ventaja, que obtuve al ser criado con un cínico.

Termine de acomodar las cosas. En algunos frascos guardaba las partes faltantes de mis víctimas. Me parecían más hermosas por si solas, que acompañas en el cuerpo. Por el momento tenía 4, la lengua de Sara, el miembro de Chad, que nunca debió tener porque le faltaban huevos. Y por último, pero no menos importante el ceno y los hermosos ojos de Kerstin. La sustancia química ayudaría a retardar la descomposición de estos por un tiempo.

...

Narra Anya

Una sensación de alivio inundaba los pasillos del colegio. Los populares habían perdido la fuerza o mejor dicho a su líder. Lo que generaba que la mayoría de los chicos oprimidos, dejaran atrás sus miedos y caminaran con seguridad por el lugar.

Geraldine quitaba los libros de su casillero y justo es ese momento. Todo pareció detenerse, desde la entrada apareció un chico. Alto pelo negro y ojos oscuros, una sonrisa traviesa acompaña su rostro. Labios carnosos y tés clara. Con un atractivo que deslumbraba a cualquiera. Vestida, Una camisa que se ajustaba en las partes indicadas, dejando ver una musculatura no demasiado obsesiva, jeans oscuros y botas de estilo militar, sin embargo, un aura oscura lo acompañaba.

No solo yo quede sorprendida, sino que varios tenían la cara pasmada. Mientras observaban la perfecta entrada de aquel chico. Todos menos Gera que solo volteo los ojos.

—¿Y ahora se cree modelo? Ni que fuera la gran cosa— metió los libros en su mochila.

—Ese... ¿no es nuevo?—dije sin apartar la vista de él mientras, se abría paso de forma triunfal en entre los alumnos.

—Joyce... llevaba los mismos años que yo en este colegio.

—¿Es en serio? pero si yo nunca lo noté—mi atención volvió a ella.

-No, eras la única.