Papillons.

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Anya

Habían pasado dos semanas desde que terminé con Mars, las cosas iban bien, pero aún era un poco extraño.

Por otra parte de la nada todas las chicas más populares del colegio estaban desaparecidas. Nadie sabía su paradero... la policía estaba entrevistando a los más cercanos, amigos y novios.

Pero al parecer no encontraban pruebas. La mayoría de los profesores repetían el discurso de no volver solas a casa. Siempre acompañadas ojalá por nuestros padres o algún adulto.

Mordí mi labio nerviosa por el examen de álgebra. No me costaba mucho la materia, pero ahora no entendía ni la mitad de lo que el profesor nos había explicado.

Parábola, elipse... ¡dios!, esto está en chino.

Hice lo mejor que pude, con suerte pasaría el examen.

Joyce y Mars fueron los primeros en salir.

Al poco rato entregué la prueba, me rendí.

Abandoné la sala y a los pocos pasos escuché:

-¿Qué haces siguiéndola?- cuestionó Mars, demandante.

-¿Siguiendo a quién, según tú?-respondió Joyce relajado.

-A Anya, no te hagas el tonto.

-No la estoy siguiendo-se limita a responder.

-Te vi, andabas comprando pan a las 3 am cerca de su ventana, supongo-dijo irónico Mars.

Joyce soltó una pequeña carcajada.

-Ups me descubriste... pero supongo que no soy el único que va de compras tan tarde a casa de Anya, ¿qué hacías tú en la casa de tu hermana?-arrastró las últimas palabras.

-Aléjate de ella,sé que no eres lo que aparentas, le haces algo y te mato, ¿me oíste?-habló amenazante.

- Nadie se muestra como es realmente. Y creo que un mentiroso puede distinguir bien a otro. En todo caso Mars... Anya no me interesa, pero hay alguien que tiene mucho interés en ella, puede que sean tus "amigos"... necesitan saldar una deuda, ¿no? Cuídala, quieres- dice culmínate.

Escuche los pasos alejarse y un golpe en la pared.

Me seguían... unos amigos de Mars y Joyce también me vigilaba.

¿Quién tenía interés en mí? Ahora hasta en mi propia casa no estaba segura.
Ambos fingían ser alguien, entre ellos podría estar el culpable de las desapariciones... y la muerte de Kestin.

Caminé por los pasillos buscando a Gera.

-Alumnos les pedimos que por favor se dirijan al salón de actos, tenemos un anuncio especial.

La voz de la directora se escuchó a través de los parlantes, rápidamente los pasillos se llenaron, todos se dirigían al salón.

Entre la multitud, logré encontrar a Gera y Joyce, no quería estar cerca de él, pero tendría que disimular.

Llegué hasta ellos y me senté al lado de ella.

-Te guardé un puesto, es horrible quedarse de pie cuando a la directora se le ocurre hablar por horas.-comentó Gera.

-Gracias, ¿Por qué nos habrá llamado?

-Contar que algún alumno se destacó en algún deporte, informar de alguna actividad o cualquier cosa así- dijo Joyce, frío, apoyando sus manos detrás de su nuca.

Note que Joyce tenía un rasguño en el cuello.

¿Qué te pasó en el cuello?- cuestioné con curiosidad.

Hasta El Demonio Fue Inocente ( Completa, Libro 1 )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora