He tenido presentimientos en el pasado —o momentos donde el instinto me gana, si eso suena mejor— de ese tipo donde te dice que no tomes una calle o no comas algo porque algo malo podría pasar. Confío mucho en estos presentimientos, por ello, cuando Bri me dice que algo está por pasar,... le creo.—Ya se los dije. Tenemos que estar aquí. Me vi aquí anoche y sé que algo está por pasar —nos convence Bri una vez más mientras observa a su alrededor y a su teléfono.
—Lo único que está por pasar es que cerrarán Millard con nosotros dentro —se queja Milos, frotando sus brazos y tiritando—. ¡Ya hasta se me ven las tetillas!... A ti también, Kaisser.
Son las 21:30hrs.
—¿Quieres darme un segundo? Nadie va a... —Por desgracia, su frase se ve interrumpida cuando las rejas de la entrada principal suenan en un estruendo.
Tres días antes...
Cuerpos sudados que se frotan con el mío al ritmo de la música. Me hace querer quemar este vestido.
El mar de ebrios me hace tropezar en repetidas ocasiones al pasarme a llevar, así que en cuanto encuentro al chico bajito de camiseta gris bebiendo hasta la última gota de su enorme jarrón de cerveza le sonrío. Le tomo por el brazo y le giro para que me mire.
—Acompáñame —digo jalándole fuerte del brazo. Nos guío a todos por las escaleras pasando a los guardias tamaño gorila hasta llegar a un reservado en la zona VIP.
El segundo piso del bar de Oleksandr es sorprendente. Contiene muchos juegos de casinos de apuestas, como la ruleta europea, americana, blackjack, etc. Aunque, pese a todo eso, la verdad es que el aire aquí arriba es bastante tranquilo y pomposo. La música no se escucha tan fuerte y puede mantenerse una conversación clara.
—¿Qué hacemos aquí? —pregunta Milos arrastrando las palabras.
Me reprocho por no haber estado atenta a lo rápido que Milos bebe. Excepto que tal vez los chupitos lo hicieron todo. Es bastante delgado, sin duda se emborrachó en unos cuantos tragos.
—Aquí lo tengo —dice Bri mostrándome el Mac de sus manos.
Kaisser frunce el ceño.
—¿Por eso me pediste guardarlo en el portaequipaje?
Ella sonríe.
Me volteo hacia Milos y sonrío para parecer casual.
—¿Qué tan ebrio estás?
Frunce el ceño.
—Un poco... bastante. Ese vestido te queda de wow.
Bri se apoya sobre la mesa del reservado y le mira a Milos con completa calma y en un susurro dice:
ESTÁS LEYENDO
LA TENTACIÓN DE MILLARD ACADEMY
Mystery / ThrillerHISTORIA TERMINADA ¿Has probado el sabor de un delito? Este sabe a adrenalina fresca y su sabor es capaz de petrificarte en tu lugar o capaz de liberarte finalmente. Robo, asalto a mano armada, irrumpir en una propiedad, secuestro, tortura, asesina...