Capítulo 10

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¿Qué tan malo es que Eros haya participado en el robo de Millard?

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¿Qué tan malo es que Eros haya participado en el robo de Millard?

Cierro los ojos con fuerza y comienzo a reírme.

Bastante.

El lado bueno es que viviendo en la misma casa podría ser más fácil encontrar evidencia que lo vincule al robo. Tal vez puedo intentar ser su amiga para que me lo confiese por sí solo.

¿Y entregarlo? Si se trata de él o yo, me escojo claramente a mí.

Aunque, por otro lado, Eros lo ve todo, ¿por qué demonios sería más fácil obtener evidencia? No es idiota, quizás no haya ninguna prueba física que nos ayude.

Al menos estamos seguros de que tiene un motivo por el cual atacar en Millard, eso nos da algo.

En el fondo no puedo ignorar el dolor de estómago que me produce esta nueva información. Eros es sin lugar a duda muy inteligente y no se deja llevar por la fuerza bruta. Su permanente expresión de analizarlo todo me deja pensando en si él hubiese planeado todo de esa forma.

—Explícanos desde el principio, ¿qué fue lo que viste? —pide Yung mientras caminamos rumbo al comedor.

Me peino el cabello por enésima vez.

—Eros me habló sobre que él es el primogénito de los Vinter. No sería un problema de no ser por el acuerdo al que llegué con su padre —explico rápidamente al llegar a las escaleras. Empezamos a subir a la terraza—. Hicimos un trato, verbal solamente, para que me ayudara a dispersar los malos rumores sobre cómo me enteré de Millard Academy. Él lo resolvería.

—¿Qué clase de acuerdo?

Pensándolo mejor ahora, la idea no fue muy inteligente de mi parte.

—Debo proteger a Eros, cuidarlo de lo que sea.

Todos se detienen en seco y se voltean a verme. Yung vigila que nadie me haya escuchado decirlo.

—¡¿Qué clase de ridiculez es esa?! —susurra Bri histéricamente, frunciendo sus pintadas cejas.

—¿Algo así como para siempre? —pregunta Milos, algo pálido.

Niego con la cabeza.

—Solo por el tiempo que yo viva ahí. Antes pensaba que tenía algo que ver con un mal grupo de amigos o alcohol, qué sé yo, pero ahora estoy segura de que es por ser primogénito.

—Me suena ilógico. Eros es de los favoritos del señor Millard y no es como si pudieras protegerlo de esa familia. Es suicidio —contesta Rosie, mirándome angustiada—. ¿Qué espera que hagas, cumplir con sus trabajos? A ese chico no hay cómo salvarlo.

LA TENTACIÓN DE MILLARD ACADEMYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora