Capítulo 11

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A veces no puedo sacarme de la mente esa sensación de estar vacía, como un cascarón cuyo interior fue vaciado debido a las experiencias de la vida hasta que finalmente nada quedó dentro de este

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A veces no puedo sacarme de la mente esa sensación de estar vacía, como un cascarón cuyo interior fue vaciado debido a las experiencias de la vida hasta que finalmente nada quedó dentro de este. Puedo sentir alegría, tristeza y enojo, pero es más como si hubiese un vacío entre los sentimientos y yo, nada me afecta directamente. Eso es en lo que pienso cuando bebo de mi tercera de cerveza y dejo la botella vacía sobre el bar.

—Ve más lento, Hailey —me sugiere Bri—. Mañana te sentirás terrible.

Luego señala su cabeza, como diciéndome que ella realmente sabe.

—Mi drogadicta e inestable prima se está enamorando de Erik Vinter —digo haciéndole señas al barman para que me sirva otra más—. Hoy se bebe.

Pone los ojos en blanco y se ajusta su americana para que no se mueva de su lugar dado que literalmente no tiene nada debajo de ella.

—¿Alguna vez me dejarás ver cómo lo haces? Tú sabes...

Me frunce el ceño.

—Solo es dormir, boba. Pero es mejor cuando ocurre a la hora adecuada y no...

Hace un gesto y yo completo mentalmente su frase con «y no en cualquier parte».

—¿Qué pasa si ocurre en público? ¿Te caes de repente y te duermes o...?

Se ríe.

—Tendría que estar muy cansada para eso —explica y se queda viendo a la gente en la pista de baile—. Es más... como cuando descansas un segundo en el bus. A veces no pasa nada, te advierto. Pero en otras ocasiones hay una visión repentina, urgente, y me duermo en la sala de clases o almorzando con... quienes eran mi familia.

Hace una mueca y yo dejo mi ebriedad un segundo de lado para prestarle mi completa atención.

Se gira a verme con un rostro más apenado que antes.

—Entiendo por qué la gente piensa en enviarme a psiquiátricos. Eso de... hablar extraño, decir cosas sin sentido y de la nada, ... no son algo que suela hacer la gente común. —Se encoge de hombros, aunque pronto se encuentra riendo—. Incluso de pequeña pensaron que era epiléptica.

Sonrío por cortesía y vuelvo a dar un trago.

La fiesta flúor de Olek resultó todo un éxito. Todo el mundo se encuentra sin camiseta, con poca ropa o en trajes de baño para lucir más pintura flúor. En mi caso solo me hice flores en la cara con pintura y unas cuantas en el torso.

LA TENTACIÓN DE MILLARD ACADEMYDonde viven las historias. Descúbrelo ahora