Desde ese día en el baño, Mina no recibió ninguna broma por parte de la mayor.
Y no fue porque Nayeon la hubiera dejado en paz, sino porqué no fue a la escuela en todo ese tiempo.
—¿Y no le haz preguntado a Jaebum sobre el tema? —preguntó Chaeyoung en torno al tema de la ausencia de la castaña.
—Si le pregunté, pero siempre evade el tema así que me cansé de intentar hacerlo hablar —una semana había pasado desde que habló con Nayeon en el baño, y ante sus constantes preguntas sobre la ubicación de la coreana, Jaebum simplemente le contestaba "Lo único que te puedo decir es que muerta no esta"
—Como sea, no creo que esté demasiado tiempo sin venir, se vienen los exámenes y no creo que le guste reprobar.
Se despidió de sus amigas y se encontró con Jaebum cerca de la salida, donde lo saludó con un beso y entrelazó sus manos con una sonrisa.
Caminaron hacia la casa de la menor, quién con la mente ocupada, no escuchó la mayoría de las cosas que el contrario le iba diciendo.
—Nos vemos mañana —se despidió Mina, dándole un beso en la mejilla rápido y casi corriendo hacia su casa.
Entró con las mejillas sonrojadas a causa del pequeño trayecto que acababa de hacer y subió lo más rápido que pudo hacia su habitación, cerrando la puerta tras de sí y guardando sus cosas dentro de su mueble y ordenando levemente la habitación. Se cambió de ropa y peinó su cabello levemente, ordenándolo.
A los segundos de sentarse en su cama, la puerta principal sonó y unos pasos se acercaron a la japonesa, quien con pánico, tomó su teléfono e hizo como que lo estaba ocupando.
—Mina —se abrió la puerta de su habitación y la figura de su padre se hizo presente—. Tú madre está abajo.
Asintió con la cabeza y se levantó de su cama, dejando el teléfono en silencio y sobre la mesita de noche, para luego seguir a su padre, que caminaba a paso seguro hacia el primer piso.
No hizo más que levantar la vista y se encontró con la sonrisa maternal de su madre, quién sentada en el sofá la miraba con cariño.
—Hija mía, qué grande estás —abrazó a la menor de los Myoui y le dió un sonoro beso en la frente—. No sabes lo mucho que te extrañé.
—Yo también mamá—algunas lágrimas se habían acumulado en sus ojos, pero rápidamente las quitó y se sentó a un lado de la mayor—. ¿Cómo está la abuela?
El rostro de seriedad de su madre le dio a entender que no muy bien.
—Todavía necesita un transplante, pero al menos la pusieron de las primeras en la lista de espera.
Sonrió levemente y luego miró a su padre—. ¿Ya está lista la cena?
—Tu padre pasó a comprar comida antes de ir a buscarme, así que será mejor ir a comer antes de que se enfríe —con dificultad, Mina ayudó a su madre a levantarse y caminar hacia el mesón, donde su padre de a poco fue dejando los platos de comida.
—¿Supiste que finalmente el menor de los Nakamoto se fue de casa? —comentó en medio de la comida la mayor, llevándose un poco de arroz a la boca.
—No me extraña, ese niñito siempre le gustó desobedecer a sus padres —dijo amargamente el mayor, dándole un sorbo a su copa de vino.
—¿Yuta? Hace un tiempo hablé con él, parece que paga un piso compartido con otro chico —los ojos de su padre se posaron rápidamente sobre ella y un escalofrío recorrió su espalda.
—¿Sigues hablando con ese chico? —cuestionó con tono demandante—. No quiero que sigas hablando con él.
Mina frunció el ceño y dejó los servicios sobre la mesa—. ¿Y se puede saber porqué?
—Mina —la llamó dulcemente su madre, tratando de tranquilizarla.
—Por qué ese niño te va a terminar corrompiendo, y no quiero que nuestra familia viva otra decepción de tu parte —autoritario, miró a los ojos a la menor y continuó con su comida.
A este punto, Mina todavía no entendía la razón por la que Yuta la "corrompería"
—¿Y por qué? Si se puede saber —un silencio sepulcral se hizo presente en la mesa y la mirada incómoda de sus madre le dió a entender que era un tema complicado.
—El niño les salió homosexual, por lo que no quiero que meta ideas estupidas en tu cabeza.
El resto de la cena la pasaron en silencio.
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Devil || Minayeon
Fanfic"¡Vete al infierno!" gritó enfurecida la menor. "De ahí vengo, cariño"