"Capítulo veintiseis"

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—Lo sentimos mucho, Minari.

Las amigas de la japonesa habían llegado a su hogar apenas recibieron su mensaje al otro día de haber visto a Nayeon, y a pesar de que quisieron asesinar a la mayor, decidieron correr hacia su casa y luego encargarse del otro asunto.

—¿Estás segura que viste eso? —preguntó algo confundida Momo, pues le era muy raro el hecho de haber visto tan enamorada a Nayeon y que ahora haya pasado eso—, quizás no era ella.

Los sollozos se calmaron levemente y la pelinegra asomó la cabeza por las sábanas, mostrando su horrible estado y las lágrimas mojando sus dos mejillas.

—Estoy bastante segura —confirmó, restregando sus párpados mojados y sorbiendo su nariz—, ¿no tienen papel higiénico?

—Ten —Chaeyoung se acercó y le entregó un trozo a su amiga, ganándose una sonrisa de agradecimiento.

Se sonó la nariz y cerró los ojos, pues de tanto llorar ahora le dolía la cabeza.

—¿Y en la escuela no vieron...? —sus amigas negaron rápidamente con la cabeza y la miraron con descontento—, ¿por qué justo ahora?

Se encogieron de hombros y se sentaron al rededor de ella, sobando su espalda o acariciando su cabello.

Pero justo en ese momento, la puerta principal sonó, alertando a todas las presentes y causando que todas las miradas de sus amigas se posen en la pelinegra. No estaban sus padres, pues como siempre, se iban muy temprano en las mañanas y no habían alcanzado a notar el estado deprimente de su hija.

—Yo voy —habló por fin, pero luego siendo detenida por la mano de Chaeyoung.

—Ni hablar, mira cómo estás —la dejó nuevamente sobre el colchón y miró a Momo para que la acompañara, dejando a Mina a solas con Dahyun—, vamos.

Salieron de la habitación y la rubia a su lado se quedó acariciando su espalda, agradeciendo el hecho de que ahora su amiga estaba más tranquila.

—¿Cómo te sientes? —preguntó de repente la menor—, y no me refiero a si estás triste.

La japonesa lo dudó unos segundos y luego miró a su amiga—. Yo creo que engañada es una buena palabra para describir como me siento —suspiró y siguió hablando—, y no me refiero a como si hubiéramos estado juntas, pero realmente después de todo lo que me dijo no esperaba eso de ella.

—Las personas suelen decepcionar —reflexionó la más baja, ganándose una mirada curiosa de parte de la japonesa.

Y cuando la pelinegra estaba apunto de preguntarle, unos gritos desde el primer piso las interrumpió.

Se miraron confundidas y no dudaron en bajar las escaleras, escuchando cada vez más de cerca los gritos de la entrada.

Y realmente no se esperaba la imagen que se encontró.

Momo y Chaeyoung agarrando a Im Nayeon de cada brazo, tratando de alejarla del umbral de la puerta, mientras la mayor de todas se removía incómoda y sin entender el porqué de su intento de boicotear su visita.

Y realmente no lo entendía. Las amigas de Mina le habían dicho algunos comentarios, pero no fueron del todo claras sobre el porqué la japonesa no quería recibir su visita.

—¿Qué se supone que está pasando aquí? —los ojos de sus amigas se detuvieron sobre ella y rápidamente soltaron a la mayor, quien arregló un poco su ropa y luego dio un paso hacia delante, recibiendo las miradas fulminantes de todas las presentes, excepto Mina.

—Yo venía a hablar contigo —habló con normalidad, y la pelimegra sintió unas profundas ganas de darle una bofetada en ese mismo momento—, el proyecto final de Artes me tocó contigo —la única clase que tenía con ella—. No había podido contactarme contigo porque no respondías mis mensajes.

"Y obvio que no los iba a responder" pensó la pelinegra, quien dio un paso hacia delante y miró con desconfianza a la mayor.

—Mañana hablamos de eso, Nayeon —su voz no tembló un solo segundo y eso fue algo que realmente sorprendió y agradeció la japonesa—, ahora, por favor, quiero que te vayas de mi casa.

La castaña frunció el ceño y simplemente miró confundida a las amigas de la pelinegra, todas mirándola con la misma expresión de recelo.

—Nos vemos entonces —se despidió débilmente, dándose la vuelta y alejándose del umbral de la puerta.

Una vez que la castaña ya se encontraba a una distancia prudente, Mina bajó la cabeza y soltó un sollozo débil, para luego recibir un abrazo grupal de todas sus amigas.

Devil || MinayeonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora