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Aitana
Han pasado 3 meses desde que me fui de Madrid.

Ramón se a convertido en mi mejor amigo, y me a ayudado cuando nadie estaba conmigo.

Ha confiado en mi cuando nadie lo hacía.

Y mucho menos, yo.

De Luis...

No se nada.

Amaia a viene cada semana a verme, sin una de falta, y intenta convencerme de volver a Madrid.

Y que hable con Cepeda.

Cosa que a día de hoy no a conseguido.

Estoy bien en Barcelona.

No he perdido nada allí.

O al menos eso es lo que intento convencerme.

No voy a negarlo, estos tres meses he echado mucho de menos a Luis.

No es lo mismo sin el.

De su padre...

Todavía está pendiente el juicio.

No quería atrasarlo más.

Y hoy, 20 de octubre.

Estoy preparando las cosas para irme este fin de semana.

Vendrá Ana a por mi.

No quería volver a montarme en un AVE, y muchísimo menos sola.

A Ana le faltaba una hora para llegar.

Y a las dos horas o así nos iríamos las dos a Madrid.

Como hacía unos 4 meses atrás.

Pero con otro fin.

Era todo muy extraño.

Ana también me decía que hablara con el.

Pero si lo dejo fue por algo.

Tal vez no estamos echos el uno para el otro.

¤¤¤

A

cababa de llegar a Madrid con Ana.

Me iba a tener que quedar en su casa.

Insistió en que si quería un hotel, pero tampoco quería que gastase su dinero en una niña caprichosa.

No me dio tiempo a entrar a la casa cuando amaia me abrazó fuerte.

Deje la maleta en un lado y la abrace.

No hacía mucho que nos habíamos visto.

Pero cualquier cosa era escusa para querernos.

Nos queríamos mucho.

Amaia me cogió del brazo y empezó a subir, dejando ahí, tirada la maleta.

Me iba contando cualquier tontería suya mientras subiamos a la que una vez fue mi habitación, y nuestra habitación.

-¡hoy salimos!

Me extrañaba no ver a alfred por ningún lado.

Amaia y el siempre fueron uña y carne.

-¿y alfred?
-¿no te lo he dicho? Nos hemos dado un tiempo, ¡Nada! El tiempo que el este en Barcelona.
-¿se viene a Barcelona? ¿y no me lo has dicho?
-se me había olvidado, no es para tanto.

Pongo los ojos en blanco y entramos a la habitación, que estaba tal y como la había dejado, pero con los cuadros que tenía puestos con fotos con luis, estaban rotos.

No entendía porque.

Todo estaba perfecto, sin ningún toque, sólo ese.

Mire a amaia extrañada.

-te ha echado mucho de menos, y tu habitación huele perfectamente a ti, habrá entrado.

La mire con un nudo en la garganta y afirme.

-sólo quería lo mejor para ti, Aitana.
-me hizo daño, no hay que hablar.

Amaia respeto mi decisión y hablo de lo que quería hacer por la noche.

Yo me tumbe en la cama mirando el techo.

Pensado más que haciéndole caso a amaia.

-¡te llevaré a una discoteca super guay! Sigues soltera, ¿No?
-si.

Me extraño esa pregunta, pero conociendo a amaia, sería cualquier chico que quiere presentarme.

-¿sigues pensando en el?

Ni habíamos vuelto a hablar desde ese mismo momento.

-No quiero saber nada de él Amaia, ¿qué es lo que no te queda claro?

Amaia asiente mirándome con tristeza.

-sólo quiero que estés bien, pero también el, no quería echarte.

Amaia me cogió de la mano y la acarició con su dedo pulgar.

-estas rara, Aitana. ¿pasa algo?

-si.

Amaia beso mi frente como hace unos meses lo hubiera echo Cepeda.

-¿me lo quieres contar?

Asienti haciendo que mi nudo en la garganta creciera.

Era momento de hablar.

-Amaia, he estado pensado, y voy a decir que Luis no me hizo nada, que a sido una denuncia falsa.

Decirme si les gusta, viene la novela muy sexual, yo aviso!

Sólo Vuelo Contigo - Aiteda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora