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Cepeda.
Los nervios me podían.

Aunque en los últimos meses estuviera pensando en todo lo que haríamos cuando Aitana rompiera aguas, en ese instante me bloquee.

Fui a por la bolsa que teníamos preparada para el nacimiento de nuestra bebé, de Liv.

-vamos, estas dilatando por minutos.-digo a Aitana alterado, cogiendo levemente su mano.

Aitana me paro y cogió mi cara.

-tranquilo, todo va a salir bien y en unas horas tendremos a nuestra Olivia entre nosotros, tranquilo.

Me tranquilizó más de lo que cualquier otra persona podría creer, o hacer.

Fuimos lo más deprisa que nos permitía bajar las escaleras y subimos al coche en dirección al hospital donde nacería nuestra bebé, nacería mi pequeña Liv.

Aitana respiraba hondo intentando controlar las grandes contracciones que le venían.

En el hospital, atendieron a Aitana con rapidez y nos metieron en una habitación, donde Aitana dilataria hasta parir, y que saliera Olivia.

Le pusieron la medicina esa rara para que el dolor fuera un poco más débil, aunque, como me aseguraba Aitana, tampoco aliviaba demasiado.

-avisa a todos.-me dijo rápido entre contracción y contracción.
-tu sólo se fuerte, por Liv.
-por Liv.-susurra.

Avise tanto a mi madre como a la suya, a nuestros hermanos y amaia y alfred.

No quería avisar a mucha gente más, pues no sería de necesidad.

-vamos, aprieta cariño.-digo acariciando su mano, y ella apretaba el mío de vez en cuando, en especial cuando tenía alguna contracción.

No era consciente de que en demasiado poco tiempo, iba a poder tener entre mis brazos a mi bebé, a Olivia.

Tiempo después.
Un llanto se apodera de la sala, el llanto de Liv. 

Aitana se relaja un poco.

Con Olivia llena de sangre, se la pusieron en el pecho a Aitana, a su mamá, y se relajó de inmediato.

A los pocos minutos, diria que segundos, se llevaron a Liv para lavarla e inmediatamente empezó a llorar.

Yo ya estaba llorando muchísimo igual que Aitana.

-lo has echo genial.-le susurro dándole un beso en la frente.-vas a ser la mejor mamá Ale podría haber tenido Olivia.

Volvi a besarla, está vez en sus labios y trajeron a la pequeña.

-esta es vuestra pequeña.-dice poniéndola en el pecho de Aitana.

Aitana acariciaba su pequeño cuerpo mientras no paraba de sonreír viéndola.

Eramos familia, Olivia iba a ser el centro de nuestras vidas.

-bienvenida Olivia.-susurro Aitana.

Ayyy! De verdad!! Me a gustado mucho escribir este capítulo jo!  Os explico de que iria y sería otra, muy pero muy corta (entre 15 y 20)
En la que explicarían su vida con casados, más maduros... Para ser sinceros, si no subo 3°parte, seguramente si a una nueva.

Sólo Vuelo Contigo - Aiteda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora