Aitana
Me desperté con un brazo a la cintura tirando a cadera.Sentía mucha paz interior.
Había dormido bien después de tres meses, cosa que no era imaginable para mi.
Cuando abrí los ojos y le vi, no pude evitar sonreír.
Tampoco entendí muy bien porque.
Sólo sentí que todo se callaba cuando me lancé a sus labios.
Y una paz y calma que llevaba deseando demasiado tiempo.
Ver a Luis dormido, con su boca entreabierta y sus rizos revueltos, me devolvió a unos meses detrás, cuando todo estaba bien, y estábamos felices, juntos y felices.
Ya no era lo mismo, pero sabía que iba a estar demasiado tiempo pensado en lo tranquila y relajada que estaba en ese momento.
Mi mano se dirigió a su barba, volviendo a acariciar su perfectamente afeitada barba.
Recordé inconscientemente, a la noche anterior, acariciando su barba, besandonos semidesnudos.
Cepeda se fue despertando mientras abrazaba mi cadera cada vez más fuerte, pero sin llegar a hacerme daño.
-buenos días.-dijo con su voz ronca recién despertado que tanto había echado de menos.
Seguí acariciando su barba.
El acarició mi espalda suavemente.
-¿qué tal has dormido?- me pregunto abriendo los ojos.
-bien.-susurre.Subió su mano por mi espalda, haciendo que se me erizara toda la piel.
Su mano llegó a mi mejilla y la acarició.
-te echo de menos.-susurró.
Cerré los ojos disfrutando de su tacto en mi mejilla, apoyandome en el.
-no podemos.-le susurre abriendo los ojos.
Cepeda dejó de acariciar mi mejilla y paso a mi brazo.
-quiero disfrutarte cada noche, quererte cada mañana, admirar tu perfección todo el día, quiero que seas la madre de mis hijos, quiero envejecer contigo y tener aventuras imaginables incluso siendo abuelos, Aitana, no quiero nada, si no es contigo.
Dijo directo, pum, al corazón.
Me costaba tener que rechazarlo.
Claramente lo quería, pero no me sentía preparada para volver a sufrir, ni hacerlo sufrir.
Todo era complicado, nuestras vidas, nuestros alrededor, nuestros corazón, y nosotros, que éramos un desorden sin pies ni cabeza.
Éramos el norte y el sur.
El este y el oeste.
Blanco y negro.
el yin y el yang.
Éramos polos opuestos.
Pero eso era lo que nos hacía sentir que vivimos en una aventura constante.
Pero también en un dolor constante.
-no hagas las cosas tan difíciles Luis.
-dime que tu no quieres eso, que no quieres una vida conmigo, y no volveré a molestarte, desaparecerá de tu vida, dilo Aitana.Negué cerrando los ojos y volví a mirarlo, esta vez quite la mano de su barba.
-será mejor que me vaya a mi habitación.-incorporandome para levantarme y buscar mi ropa.
-dilo.Negué mientras buscaba el dichoso tanga lencero.
-si no dices que no quieres, será por algo, Aitana.
Pose mis dos manos en el suelo, respire hondo.
-¿quieres dejarme en paz?-dije con rabia.
Cepeda se levantó completamente desnudo.
Como Dios lo había traído a la tierra.
Dios o su madre.
-te duele, me duele, nos duele, pero no podemos ocultar más lo que sentimos, yo ya no puedo ocultar más.
Negué y me lleve las manos a la cabeza mientras me levantaba del suelo.
-Luis, no es tan fácil.
Cepeda negó.
-no, no es fácil, pero podemos hacerlo, juntos.
Cogió una de mis manos.
-se que es difícil Aitana, que no es un mundo de color como podrías haberte imaginado, pero crearemos uno mucho mejor que el que podías imaginar de pequeña, en el que sólo existan dos personas, tu y yo.
Mire nuestras manos juntas.
Su mano era casi el doble que la mía, pero no dejaba de ser tierna la imagen.
Luis entrelazo sus dedos con los míos.
Lo mire a los ojos, el me miro a los míos.
Como siempre lo había echo, lo habíamos echo, directos.
Desnudos en su habitación, sin tierra ni suelo de por medio.
Se acercó a mi, yo no me aleje.
Nuestras manos seguían entrelazadas, y las otras relajadas.
Nuestras rostros cada vez estaban más cerca, más unidos.
Sus labios se entreabrieron, pidiendo los míos.
No esperamos.
Ya habíamos esperado mucho tiempo.
Y sellamos algo que no sabíamos ni lo que era con un beso, que sólo se podría denominar de una palabra.
Un beso lleno de amor, cariño y promesas por cumplir.
Aquí tenéis nuevo capítulo!!! Espero que les este gustando, me la estoy currando más de lo que quería, pero es que estoy muy emocionada!!!
Decirme que os va pareciendo.
Les leo👀
Os quiero mucho.
Graciassss

ESTÁS LEYENDO
Sólo Vuelo Contigo - Aiteda.
РазноеSegunda parte de Tempo. Aitana se reencuentra con Luis cuando va a Madrid al juicio del padre de el. ¿volverán a sentir amor? ¿querrán volver? ¿empeorará todo?