42-

747 34 1
                                    

Cepeda.
No cabía de la emoción, tener un bebé había despertado en mi millones de emociones distintas, y un amor y cariño que no pensé que podría ser de esta manera, pues tengo claro que nunca dejare de amar a lo que esta creando Aitana dentro suya.

Y muchísimo menos a la mejor madre que podría tener mi hijo, o hija, que es lo que quiero yo que sea.

El ginecologo termino de colocar todo lo relacionado con la maquina para poner ese objeto raro en el vientre de Aitana, y poder volver a oír el corazón de mi cosita.

Aitana me apretó la mano emocionada, mirandome a los ojos, intentando no ponerse a llorar en cualquier momento.

-Ese es vuestro bebé.-susurra en doctor, al ver que era un momento delicado para ambos.-Esta muy sano y grande.

Miramos ambos a la pantalla y pudimos ver con una forma que más se acerca a un bebé en la pantalla.

-Si no es muy tímido, les podre decir el sexo, si no, no se preocupen, vienen la semana que viene.

Aitana y yo asentimos y rezamos porque si se dejara ver.

No creíamos que fuéramos a a aguantar mucho más sin saber que íbamos a tener, aunque le quisiéramos igual, fuera niño, niña o lo que sea.

El doctor repasa todo el bebé, confirmando que estaba en perfectas condiciones y que lo estábamos haciendo muy bien, cosa que yo no dudaba pero de Aitana era muy a menudo dudar.

Así es, y así la quiero, siempre la quise y querré, no tengo pruebas, ni mucho menos dudas.

-Parece que no esta muy tímido, ¿se lo digo directamente o quieren algún sobre y abrirlo con la familia o amigos? Pueden recurrir a las dos, no me importa.

Aitana me miro pidiendo que decidiera yo.

-Los dos si puede ser, así hacemos videollamada con tu madre y nuestros abuelos y eso.

Aitana asiente poniendo esa cara de ratona que tanta ternura me da.

-Mientras busco su sexo, que les gustaría que fuera.
-Aitana quiere que sea niño, y yo al contrarío.
-Al menos uno de los dos estará satisfecho.

Los tres soltamos una carcajada tonta y muy nerviosa, sobre todo Aitana y yo, que nos moriamos por saber que era.

-Vale, pues este garbancito es...

El doctor mueve la maquina al otro lado de la barriga.

El ginecologo señala una parte de la pantalla.

-niña.

Aitana volvió a apretar mi mano emocionada viendo a su bebé, bueno, nuestro bebé, aunque el amor de madre siempre ira por encima de cualquier otro, sea cual sea.

No haré esto mucho más largo porque creo que se va a hacer como muy repetitivo. Pero todavía que bastante novela, yo creo que la novela más larga, pero normalita ehh!
Besos.
#quedateencasa

Sólo Vuelo Contigo - Aiteda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora