30-

781 29 2
                                        

Cepeda.
Amaia cogió un bol de gusanitos o no se que era eso y empezó a comer mientras nos miraba como si de una pelicula de acción o amor tratase. 

-Luis, ya te lo he dicho antes, pero es que no caigo quien puede haber sido el que se lo haya dicho.

Se la veía bastante preocupada, y eso me partía, aunque fuera un poquito.

No se merecía nada malo, y ya me lo había demostrado día tras día.

Era un ángel recién bajado del cielo, que había aterrizado en mis brazos, y no podía estar más agradecido a las estrellas por haberla puesto en el momento indicado.

-Quiera o no conozco a mi padre, seguramente habrá dicho lo que creyó sin saber si es verdad o no, habrá acertado de piripa.

Aitana me mira sin desaparecer su cara preocupada.

-No es que estuviera en mi mente que confirmara mi embarazo el tipo que intento abusar de mi sexualmente.
-Ni en la tuya, ni en la mía Aitana.
-Creí que lo confirmariamos con una foto de una radiografía o cuando tuviera barriguita.

Estaba extremadamente deprimida por culpa de mi padre que cada vez se rompía más algo dentro de mi, que estaba seguro que estaba por destrozarme del todo.

-¡Ey pequeña! Nosotros lo confirmaremos cuando queramos, no tiene porque destrozar todos nuestros sueños con este embarazo ese viejo amargado, subiremos esa foto con la radiografía y esa foto con barriguita cuando tu quieras, el no tiene porque decidir cuando confirmar que vamos a tener una judía.

Aitana ríe escasamente y yo doy un beso en su frente cubierta por su perfecto puesto flequillo castaño.

-¿Alguna vez te he dicho lo mucho que te quiero?
-Me suena.

Aitana vuelve a reír como segundos atrás había echo sacando mi mejor sonrisa, porque eso es lo que hace ella, sacar mi mejor versión. 

-Venga, vamos a comer que me rugen las tripas.

Aitana asiente y se levanta de encima mía, dejando que pudiera levantarme yo y poder cogerle la mano.

-Pues menuda mierda, yo estoy más sola que la 1.

Aitana y yo reímos a el comentario de nuestra amiga y nos acercamos para abrazarla.

-Tu tienes que arreglar una cosilla con alguien, ¿no?
-¿Que cosilla y que alguien?-Pregunta Aitana desubicada.
-¿no se lo has contado?
-Desembucha.

Nos volvemos a sentar todos como antes estábamos: Aitana sentada encima mía y Amaia delante nuestra en una silla sola.

Aunque yo ya sabía que le iba a contar a Aitana, quería ver la reacción de mi pareja.

-Por donde empiezo. 
-No seas dramática, Amaia.-Le contesto a su gran exageración.
-Callate y tu habla-Ordena Aitana.
-Alfred esta aquí, en Madrid.

La charla a ido bien, para que luego os quejáis, pero un problemilla fuera de aiteda, alfred a vuelto...
Besos y contarme como cómo os va la cuarentena. Yo aquí, escribiendo para ustedes!
Espero que os entretenga un poquito con la novela en estos días tan aburridos. Gracias!

Sólo Vuelo Contigo - Aiteda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora