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Cepeda
Aitana abrió la boca todo lo que pudo y me miro a mi como si de un cotilleo de cuanto ella tenía 13 años tratase.

-¿Y esto desde hace cuanto?

Aitana vuelve a dirigir su mirada, ya con la boca cerrada, hacía Amaia.

-¿Y cuando tenias pensado decirmelo? 

Amaia me mira para después volver a mirar a su amiga.

-No tenía pensado decírtelo.-Dice muy bajito comparado con su tono de voz de normal.
-¡Amaia!
-Es que los dos sois unos pesados, y os ibais a compichar y no quería, Cepeda lo sabe porque se lo a dicho Alfred.
-Que fuerte es todo.

Rio al comentario de mi novia.

-Tengo hambre, así que vamos a ir a comer los tres y me vas a seguir contando que te lo tenias demasiado calladito.

Aitana se levanta de encima mía y seguidamente me levanto yo, y los tres vamos al restaurante más cercano donde se pueda comer relativamente bien.

Pensé que se lo habría dicho a Aitana, desde que la conoce son muy amigas e incluso inseparables, no pueden pasar mucho tiempo sin la otra, y es algo que realmente adoro.

Que mi amiga de la infancia y mi pareja sean tan uña y carne hace que no se haga para nada pesado quedar con Amaia.

Es más, normalmente quedamos los tres juntos desde que volvimos Aiti y yo.

Encontramos un bar que tenía buena pinta y decidimos comer hoy ahí.

Decidimos poner varias tapas e ir comiendo de lo que nos vaya apeteciendo.

Pedimos una tapa de tortilla de patata, otra de patatas bravas, y varias parecidas.

Amaia nos contó, bueno, más bien contó a Aitana, que Alfred había vuelto el pasado fin de semana, y la había llamado para hablar, no había especificado el que, solo dijo hablar, Amaia se acojono y dijo que ahora no tenía tiempo, y Alfred le confesó que había venido para quedarse, que podía esperar.

En cuanto Alfred colgó la llamada, Amaia empezó a llorar desconsoladamente y no se le ocurrió otra cosa que llamarme, intento explicarme que acababa de pasar y decidí que seria mejor ir a su casa y intentar tranquilizarla.

Yo ya sabía que Alfred estaba aquí, incluso había quedado ya alguna vez con el antes de que pasara eso, pero no pensé que fuera a llamar a Amaia.

Al final pedimos una pizza y estuve hablándole de lo bien que estaba con Aitana, aunque nuestra relación fuera a distancia, no había día que dejara de sentir esas malditas mariposas en el estomago cada vez que hablaba con ella, o recibía un simple mensaje de texto.

Aitana no pudo evitar mirarme con ternura mientras Amaia contaba cada uno de mis sentimientos.

-¡Si es que eres más mono!-Dice abrazándome.
-¡Jo! ¡Es que te quiero mucho!

Aitana hace un pequeño puchero y besa mis labios, confesándome lo tanto que me quiere, pero aún así estaba seguro que no tanto como yo.

Porque mi amor a ella no cabía en ningún lugar de este universo.

Creo que no a llegado notificación, pero os lo digo por aquí. He pensado que para hacer un poquito más amena es subir una mini novela. El único pego es que lo subiera en cada uno un capítulo cada 3 dias. Que me dicen? Gracias y no salgan de casa!

Sólo Vuelo Contigo - Aiteda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora