Sólo Vuelo Contigo - Aiteda.

5-

Cepeda
Tener a Aitana al lado mía era algo que llevaba soñando desde que no fui a por ella.

Había tenido millones de pesadillas con que la pasaba algo y yo no estuve allí para protegerla.

Millones de pesadillas en las que, por dejar la relación, le ocurría cualquier cosa.

He estado noches en vela, preocupado por ella.

Ana, Roi, Amaia, alfred, incluso mi propia madre, estuvieron las dos o tres primeras semanas después de dejarlo sin decir nada de ella.

Como si fuera algo que me fuera a perjudicar, cuando luego pasaba las noches en vela por miedo a que no hablarán de ella por algo que estaba pasando o le había pasado.

Tan sólo nombraban el nombre de Ela.

Que si ela está mal porque a acabo su relación con Jonathan, que si ela llevaba 5 días sin dormir nada, que si debería ir a ver a ela...

Luego me di cuenta de que utilizaban ela para referirse a ella y, cuando hablaban de mi a referencia de ella, decían Jonathan.

Me di cuenta cuando un día mi madre me llamo Jonathan.

Vi todo muy claro y me sentí tonto al no darme cuenta de que estaba tendiendo información sobre Aitana en mi cara y no supe encontrarla.

O aprovecharla mejor dicho.

Durante estos tres meses he sabido que se iba recuperando de nuestra ruptura.

Que no había salido con nadie, no estaba conociendo a nadie ni quería hacerlo.

Que lo que estaba era soltera y tranquila.

Me sorprendió mucho verla allí, por ello mismo.

Por lo que hablaban amaia, alfred, Roi y Ana, No quería nada, le había dejado demasiado tocada nuestra ruptura, y ni quería rollos, ni follamigos, ni nada que tuviera que estar relacionado con las relaciones sexuales.

Cogí a ella, porque no quería que ningún sin vergüenza la cogira y hiciera algo que no debía.

Cuando vi a amaia al lado, entendí todo, yo siempre llevaba antifaz, y la había visto varias veces allí.

Estuve esa noche en la que se la chupo a toda la discoteca, pero yo preferí quedarme en nadie, y quedarme a un lado, y si alguien preguntaba decirle que ya había sido mi turno.

Me daba grima.

Amaia no es una cualquiera como todas las chicas de ahí.

Y me daba mucho asco sólo pensarlo.

Había recurrido ir allí desde que lo deje con Aitana, en intentos de olvidarla al menos el tiempo en el que las mujeres me ofrecían placer.

Pero quedaban en ello, intento.

No dejaba de pensar en ella, pensado que Aitana lo haría y/o hacía mejor, y que ninguna mujer de las tantas que había allí me ofrecían el mismo placer que tan sólo tener cerca a Aitana, besarla o tocarla.

Pero iba allí por placer, imagino.

Por sentirme uno más.

No un millonario que tiene que mantener la compostura todo el día.

Nunca a salido a la luz que haya estado ahí, pero aún así siempre intento ser, dentro de lo que cabe, discreto.

Aunque con Aitana, fui bastante menos discreto que normalmente.

Nunca iba a ser capaz.

Con ella perdía los esquemas, los nervios y cualquier tipo de sentido común.

¿cómo iba a estar normal, si llevo tres meses sin quitarmela de la cabeza?

Aquí tenéis otro capítulo, esta vez es la opinión de luis, en el siguiente ya pasarán aconcentimientos o como se digan.
Dígame que les parece.
Les leo👀