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Aitana.
Hable con Ana y comimos todos juntos, Ana, Luis, Roi y yo.

Estábamos felices con el embarazo e iba de maravilla.

Al terminar la comida, Luis y yo nos fuimos a su habitación, que era donde llevábamos durmiendo juntos desde que me mudé.

-¿al final que vamos a hacer con el ginecólogo?
-¿por qué mejor no vamos a uno público, donde nos traten bien sin ser por dinero de por medio?
-ya sabes que quiero lo mejor para ti y la pequeña judía.
-estoy segura que serán increíbles, Luis.

Luis se sienta al lado mía en la cama.

-da igual Aitana, podemos permitirnos un buen ginecólogo, mi madre nos está ayudando con el dinero y ya sabes que estoy trabajando para pronto poder mudarnos sin necesidad del dinero de mi madre.

Acarició su mejilla y oreja.

¡Cómo puede ser tan adorable!

-pero va a ser el único gasto innecesario.
-vale.-dice alargando a "a".

Le doy un beso largo en el que acabamos tumbados, el encima mia.

-dijo que la penetración te venía bien.-susurra.
-tampoco seamos obsesivos, Luis.-rei bromeando y acariciando su mejilla.

Luis vuelve a besarme intensamente y mueve sus manos rápidamente por mis pechos.

-te están creciendo un montón.-sigue susurrando.-me encanta.

Sonreí como una tonta y volví a besarlo.

-no te va a encantar mucho cuando salga leche y las tenga caídas.
-me encantarán también, eres perfecta en todo tus modos.

Negué acariciando su nuca.

Luis asiente acarcando su cara poco a poco más a la mia.

-te aseguro que no he visto persona más perfecta en todo mi vida, y mira que he visto personas.-dice haciendo recordar su etapa más gamberra.

Reí y Luis me beso.

-no puedo amar más tu risa, ni tu sonrisa.
-¡te a rimado y todo!

Luis rie y vuelve a besarme.

Pasamos la tarde entre bromas y más besos, pero no pasamos de ahí, no me apetecía mucho.

Luego merendamos algo rápido sin embutido, ya que puede perjudicar al bebé.

Luego estuvimos viendo una peli cualquiera.

-¿cuándo quieren anunciar el embarazo?
-sería bonito hacerlo con la ecografía, ¿no?
-si, en el patio quedaría super guay.
-¡Mañana la hacemos por la mañana! ¡que seguro que hay mejor luz!-digo emocionada como una niña pequeña.
-eres demasiado adorable.

Hago un puchero con la boca y Luis me besa, ya había perdido la cuenta de las veces que nos habíamos besado en esa tarde.

Notaba que estaba super cariñosa, y que sólo quería estar en la cama, abrazaditos y dándonos muchos mimos.

Imagino que serían las hormonas del embarazo, pero notaba que cada segundo quería un poquito más a Luis, y que no pensaba que podía quererle más, cuando el segundo siguiente viene a sorprenderme.

Aquí tenéis el capítulo que os debía. Gracias y mañana creo que tenéis otro!
Besos!
#quedateencasa

Sólo Vuelo Contigo - Aiteda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora