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Aitana.
Lloré como nunca había llorado antes.

No me sentía preparada para tener a un bebé ahora.

Tan sólo tenía 18 años, y mi relación con Luis era de un escaso mes.

Que llegáramos poco no significaba que no lo quisiera.

Claro que lo quería, y claro que quería un futuro con el.

Claro que quería tener hijos, casarme, crecer, viajar, envejecer, llorar, reír, sonreír, gritar, todo con el, nada sin el.

Pero teníamos una vida para ello, y tan sólo tenía unos pocos 18 años de vida.

No me veía con un bombo en unos meses ni con un crio en unos nueve.

No me veía o no quería.

-¿cómo se lo vas a decir a Luis?
-no lo sé, Ana, no lo sé.

Ana me abraza intentandome consolar.

-Se lo tienes que contar, es el padre Aitana, no juegues con ello, diselo está noche, regalo de aniversario, ¿no?
-o disgusto de aniversario.
-como se nota que tienes las hormonas revolucionadas. 

Ana se levanta y abre mi maleta, saca una falda suelta negra, con la que seguramente no se notaría la muy poquita barriga que tenía.

También cogió una blusa blanca.

Saco medias negras y cogió unas botas que compre al poco de llegar.

-¡venga! ¡que no te da tiempo!

Ana me limpia las lágrimas y me da un beso en la mejilla, pone sus manos en mi vientre, donde está un bebé creciendo poco a poco, y posiblemente por segundos.

-toda va a salir bien, y a ese pequeño o pequeña no le faltara de nada mientras este yo.

Me da otro beso en la mejilla, y acaricia al pequeñito bulto. 

-ve a ducharte, Cepeda se va a preocupar.

Asiento y me voy a mi baño que está en mi habitación.

Me ducho y también me lavo el pelo ya que me tocaba hoy.

Estaba muy nerviosa, tenía a un niño pequeño, muy pequeño, dentro de mi, y no era muy fácil de asimilar.

Y menos si lo sabes de hace menos de una hora.

Cuando salí me seque el pelo y fui con Ana.

Ana estaba con el móvil hablando por mensaje o algo así.

Y deseaba que no estuviera gritando la noticia.

-Ana, ¿no estarás diciendo que estoy embarazada?

Ana rueda los ojos y me mira, apartando la mirada de su móvil.

-es tu decisión cuando como y a quien decírselo, no me voy a meter en tus decisiones Aitana.

Asiente no muy convencida y me visto con la ropa que había decidido por mi, porque yo era un mar de lágrimas, más por los nervios que por otra cosa.

Me planche el pelo en el baño y Ana se apoyó en el pomo de la puerta.

-¿vas a hacerme caso y decirselo hoy o vas a dejar que pase el tiempo y tengas un bombo de 5 meses?
-según como siga la noche.
-tienes unas excusas muy raras.
-no son excusas.
-si claro.-dijo con ironía.

Esta vez fui yo quien rodó los ojos.

Mire la hora, quedaba unos quince minutos para la hora en la que reserve mesa, y el restaurante está a esos quince minutos.

Dejo la plancha enchufada, pidiendo a Ana que la desenchufe y salgo corriendo a la habitación de Luis.

Llamo poniéndome una chupa negra y Luis al poco sale con una camisa que me derrite de color blanco, unos pantalones negros normales y zapatos negros.

Estábamos perfectamente conjuntados cuando no nos habíamos puesto de acuerdo.

-estas guapísima.-Dice dándome un beso, mientras deseaba que no fuera el último o de los últimos.
-¿vamos?

Asiente y cierra la puerta de su habitación.

Bajamos y nos despedimos de Ana y Roi, prometiendo que volveríamos en cuanto terminaremos de cenar y no nos entreteneriamos.

Subimos al coche de Luis y fuimos al restaurante al que solíamos ir, si alguna vez íbamos claro.

La velada fue tranquila, aunque yo estaba atacada por dentro.

Tenía que contarle que tenía un bebé dentro.

Cuando negué el vino Luis me miro raro.

Normalmente en ocasiones muy especiales si tomo.

Luis notaba mi nerviosismo, y cuando ambos estábamos a nada de que nos volará las cabezas.

Cogió mi mano por encima de la mesa.

-¿pasa algo Aitana? Me estás preocupando, ¿pasa algo entre nosotros?

Lo miro a sus ojos.

-Luis, tenemos que hablar.

Ale! Aitana va a hablar con Luis, y no digo nada pero Luis se espera una cosa que no es...
Ups!
Decirme que os parece y muchísimas gracias.
Besos!

Sólo Vuelo Contigo - Aiteda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora