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Aitana.
Tenía toda mi barriga pringosa por aquel líquido raro que me había puesto en la barriga.

La máquina estaba encendida y estaba limpiando la parte que iba a ir directa a mi barriga.

-Si quiere ponerse la ropa interior para comodidad, puede.

Asentí y le pedí a Luis que me trajera la ropa interior que estaba con toda la ropa en una silla que imagino que será justo para eso.

Ya con el tanga y sujetador puesto, no tuve que poner otra vez mis gemelos en aquel sitio desconocido para mi.

El ginecólogo movió unas ruedecitas y acercó aquel aparato a mi vientre, donde descansaba mi bebé.

Luis agarró mi mano fuerte y beso mi frente, despeinando mi flequillo.

Lo primero que pudimos saber de nuestro bebé era el latido de su pequeño corazón.

Cepeda.
Su pequeño corazón latía fuerte y sano y Aitana miró directamente a mi, con sus ojos cristalinos y una sonrisa llena de ilusión.

-ese es el latido del pequeño.-informaba el ginecólogo.

Vi como a Aitana le iba bajando lágrimas por sus mejillas y no pude evitar emocionarme un poco.

Ese bebé era mío, mío y de Aitana.

-esta muy sano, queréis verlo, ¿no?

Tanto Aitana como yo asentimos y el ginecólogo le da a unos botones en la máquina de donde procedía los latidos de mi pequeño y aparece nuestra bolita.

-ese es el bebé.

El ginecólogo mueve el trasto ese por mi barriga, y fue señalando a mi bebé, que todavía no parecía un bebé, en la pantalla.

-Esta muy grande y sano, esta perfecto, buen trabajo.

Luis me miro y beso mi frente una vez más, para luego susurrarme "buen trabajo, enana".

El ginecólogo le dio a unos botones y empezaron a salir fotos de las que acabamos de ver.

-Ya puede vestirse.

Asentí mientras me levante y fui a coger mis cosas y ponérmelas, mientras Luis seguía al ginecólogo al escritorio del último.

-¿como quieren ir pagando las sesiones? pueden ir pagando de una en una, todas del tirón ahora o todas del tirón cuando terminen las sesiones.

De esto ya lo hablamos Luis y yo, y le pedí que de una en una, ya que íbamos a gastar una gran cantidad de dinero con el piso, los muebles y decoraciones y ya de por si el bebé.

-Todas ahora.
-¡Luis!-Grite.-Dijimos que de una en una.
-Que más da, si vamos a gastar el mismo dinero.
-Todavía no te han dado el dinero del evento del perfume, y estamos a banca rota, no seas niño.
-Ya los he llamado, Aitana, relajate por favor, es mi dinero.

Bufe mientras me senté en la silla de al lado suya.

-Como no están muy de acuerdo, prefiero que hablen de esto tranquilos y ya deis el dinero como mejor les vaya, no les cobrare nada hasta que no este seguros los dos.

Ninguno contestamos y el doctor apunta algo en su ordenador.

-Pues lo que les he dicho, recuerden que vuestra vida sexual, o al menos la de Aitana, sea lo más activa que os permita.
-Gracias señor Gomez.-contesto saliendo de la consulta junto a Luis.

No se iba a ir con la suya.

Discusión a la vista. Pensar que Aitana tiene las hormonas revolucionarias, aqui se puede liar bien, o que sea una discusión y ya.
En dos días lo veis!
Besos.

#quédateencasa.

Sólo Vuelo Contigo - Aiteda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora