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Aitana.
2 meses después.
Hoy tenemos la primera ecografía.

Al final me mudé a Madrid con Luis, y estamos buscando un piso para los tres.

Mi madre lo entendió dentro de lo que cabe.

Estuvo una semana enfadada, pero cuando volví de Madrid, de visitar a Luis, entendió mi situación y fue ella quien me recomendó que fuera a vivir con el.

Ella ya sabía que Luis no es como papá y no me haría daño, nunca.

Y una de las cosas en las que se a dado cuenta es en la manera en la que me defiende contra su padre, y es algo que cualquiera no haría.

La Universidad he preferido dejarla hasta sentirme cómoda.

No me siento cómoda yendo a la Universidad sin saber de primera mano que mi bebé está bien en todo momento.

Luis sigue trabajando y yo intento no ser muy inútil ya que luego me siento mal.

La tripita ya la tengo más grande y es muy notable, lo que entendemos de que esta muy sano.

Luis se pasa noches y noches acariciando mi barriga y yo me muero de ternura.

Luis está muy ilusionado con el bebé y conmigo, siempre preocura que estemos bien.  

-¡vamos Luis, vamos a llegar tarde!
-¡espera que coja la chaqueta!

Ambos vamos directos al coche para ir al mejor ginecólogo de España, porque según Luis, quiere lo mejor para ambos aunque tenga que ser millonario.

Tuvimos "suerte" de que estuviera en Madrid, pero si no lo hubiera estado ya hubiera precavido convencer a Luis de que no hace falta el mejor, que con uno bueno nos bastaba a ambos.

Al llegar, la recepcionista nos recibe con una sonrisa.

-tenemos una cita para Aitana Ocaña.
-¿Morales?
-si.
-vale, pues espere en esa salita de ahí que voy a avisar al doctor.

Ambos asentimos y vamos a la sala de espera.

Luis se dedica a acariciar mi barriguita y yo sólo puedo morir de amor, el amor que siento a ambos.

Al no mucho rato, salió una mujer de la consulta, y seguidamente el doctor.

-¿Ocaña?-dijo mirándome.

Asentí y nos hizo una señal con la mano para que nos acercaramos.

Allí nos sentamos en dos comodas sillas, y empieza hablando el médico Gómez, que era lo que ponía en su bata.

-embarazada, ¿no Aitana?
-si.
-¿de cuanto tiempo?
-un mes.

El doctor asiente mientras apunta todo en su ordenador de última generación Apple.

-¿tienen pensado venir todo el embarazo a esta clínica?
-si.-responde Luis.
-vale.

-¿última relación sexual?
-no hemos vuelto a tener desde que me enteré de que estaba embarazada, hace dos semanas o así.

El médico asiente y apunta.

-si es porque creen que es malo para el bebé, no es así, no influirá al bebé nada, ni a bien ni a mal, pero normalmente le viene muy bien a la mamá.

Ambos asentimos.

-en cualquier caso, ahora les informaré si es así.

El médico me pidió que me pusiera en una camilla, pero que antes me pusiera una bata sin ropa interior, ni sujetador ni bragas, ya que iba a hacerme un chequeo de ello también por lo que entendí.

-vale, el papá si quiere irse mientras le hago un pequeño chequeo puede, pero no es necesario.
-prefiero quedarme.
-como usted prefiera.

Puso mis gemelos en unos especiales de reposabrazos, podiendo ver toda mi feminidad con claridad.

El médico se puso una mascarilla y unos guantes de látex.

Miro los labios exteriores vaginales y comprobó lo que fuera que pudiera fallar allí.

Después abrió mis labios inferiores.

-el papi, ven un momento.

Cepeda se acercó y el ginecólogo abrió un poco más mis labios inferiores.

-esto de aquí es sobre-excitación, lo que quiere decir es que realmente necesita relaciones o masturbación, lo que ella prefiera.

Luis me mira pícaro y yo abro los ojos.

Cepeda se quedó al lado mío y el ginecólogo siguió comprobando que todo estuviera en su sitio y como dehe estar.

-la vagina la tiene perfecta quitando la sobre-excitación, que en grandes cantidades puede llegar a ser un poco peligroso, pero para prevenir lo que le dije, o masturbación o relaciones, como prefiera, la estimulación del clítoris también puede irle bien, pero es preferible la penetración, tiene una gran necesidad de complacerse sexualmente, y es normal en embarazadas, no tiene que sentirse excluida o inútil al no darse cuenta antes, es normal en el embarazo. El papá, venga.

Cepeda volvió a acercarse a mi vagina.

-ve como suelta líquidito transparente.-dice cogiendo poca cantidad y enseñandoselo a Luis.-y mire, el clítoris, está inchado y también con el líquido.

Luis rozo un dedo en mi clítoris haciendo estremecer y haciendo que soltara más líquido.

Cepeda asintió.

Dos golpes sonaron en la puerta y el ginecólogo bajo deprisa la manta que tenía, para permitir que entrará la persona que estuviera llamando.

-¡adelante!

La recepcionista que nos ayudó antes entró.

-hay una chica que llama por ti, y dice que si no sale viene aquí.

El ginecólogo bufa y se quita los guantes y máscara.

-en seguida vuelvo, lo siento mucho.
-no se preocupe.-dice Luis.

Todo bien. Nada mal. Este es largito para que luego se quejen.
#quédateencasa.
Besos!

Sólo Vuelo Contigo - Aiteda.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora