Capítulo 15.

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Amy.

No podía borrar mi sonrisa mientras observaba como terminaba de aterrizar el avión, fué una larga semana sin mi hijo, desde que nació era la primera vez que nos separamos tantos días y no veía la hora de llegar a casa de Alexander para verlo.

¡Lo extrañé mucho!

Cuando acepté este nuevo caso no imaginé que tendría que ir hasta New York para corroborar todas las cosas que el señor Snow le reclamaba a su hermana, definitivamente fue una semana rara además que ya no me sentía cómoda siguiendo este caso porque la presencia de nuestro representado me molestaba, todos los días insinuaba cosas y si no fuera por mi compañero Shawn no se que hubiera pasado, a cada rato me cuidaba.

- Hogar, dulce hogar - exclama mi compañero desabrochando su cinturón.

- ¡Al fin! - exclamo con una gran sonrisa.

- Esa expresión me da a entender que no te gusto nada que sea tu compañero está semana - comenta divertido.

- Si me agradó y te debo mucho porque ese hombre ya me tiene cansada pero ahora lo único que quiero hacer es ir a ver a mi hijo, muchos días separados - cuento prendiendo mi celular para observar la hora.

Anoche había hablado con Alexander diciéndole que después del mediodía llegaba a Chicago nuevamente, que apenas salga del aeropuerto iría a su casa para buscar a nuestro hijo.

- Después debes presentarme a ese pequeño amor de tu vida - acota Shawn con una gran sonrisa.

- Así como tú debes presentarme a ese señor mayor que tiene tu corazón - argumento riendo.

- No le digas mayor solo tiene diez años más que uno - dice rodando los ojos.

Shawn está en pareja hace varios meses con un hombre un poco más grande que él, aseguraba que este era el amor de su vida porque lo amaba a su loca manera.

Ambos bajamos y caminamos directo a buscar nuestros equipajes, no aguantaba más las ganas de ver a mi hijo.

- ¡Mamá! - escucho y giro bruscamente.

Su carita de felicidad, esa sonrisa que traía, su hermosa mirada, Matheo venía corriendo a dónde estaba y no tardé nada en llegar a él para fundirnos en un gran abrazo.

Me hizo mucha falta.

- Mi bebé - murmuro abrazándolo con fuerza.

- Te etane - comenta mirándome con eso preciosos ojos negros.

- También te extrañé mucho - digo contenta.

Levanto un poco mi vista para encontrarme con la penetrante mirada de Alexander que estaba a unos pocos pasos nuestros con un pequeño ramo de flores.

- Epera tenemos algo - dice Matt mirando a su padre.

Alexander le entrega las flores y Matheo me las da a mi, sin borrar su sonrisa.

- Gracias mi amor - hablo mirando las bellas flores que habían comprado.

- Yo las elegí y papi las pago - me cuenta.

- Gracias Alexander - digo.

- Bienvenida - dice y centra su atención en su celular.

- ¡¡Amy!! - se escucha otro grito y rápidamente unos brazos me envuelven con rapidez.

- Mamá - sonrío sorprendida.

No imaginaba que Alexander traería a nuestro hijo al aeropuerto muchos menos pensé que mis padres también vendrían a recibirme, solo había viajado una semana.

Alguien tiene que ceder (11° SAI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora