Escuchaba una voz que me llamaba, mi cabeza estaba a punto de explotar por el intenso ruido que sentía que había a mi alrededor, todo mi cuerpo me dolía y mis ojos se negaban a abrirse, tenía tanto sueño que solo quería dormir un rato más.
Abrí mis ojos al recordar lo que me había pasado, ese disparo en mi abdomen y automáticamente me toque mi panza al notar un pequeño agujero, estaba vestido de blanco.¿Acaso había muerto?
¡Mierda!
No podía morirme, Matheo, Amy y el nuevo bebé no podían quedarse sin mí, me necesitaban como yo a ellos.
- Alexander - dice una voz masculina.
- ¿Disculpe, lo conozco? - pregunto al señor que se acerca a mi lado.
Tenía unas facciones que se me hacían bastante conocidas.
- No lo creo pero yo a tí sí - asegura el hombre misterioso.
- ¿Quién es? - digo confundido.
- Bautista De Luca - declara con seguridad.
- El papá de mi papá - murmuro en shock. - ¿Estoy muerto? - automáticamente le pregunto asustado, que mi abuelo al cual no conocí y murió cuando mi padre era pequeño me esté hablando en este preciso momento solo significaba que la cosa no estaba tan bien como quería pensar.
- No solo te están operando para extraer la bala de tu abdomen - me cuenta con naturalidad.
- ¿Voy a morir? - consulto.
- No querido nieto, saldrá todo bien solo vine hacerte compañía mientras terminan la cirugía - acota marcando que me siente a su lado en un banco que no había notado que estaba.
- ¿No voy a morir? - repito mi pregunta cuando me siento a su lado.
Suelta una risa. - Ya te dije que eres igual que tú padre - acota con una gran sonrisa.
- Mi mamá siempre dice eso - comento suspirando.
- ¿Cuéntame algo de tu vida? - inquiere.
Lo miro a los ojos, su mirada me hacía acordar mucho a la de mi padre la que mi mamá asegura que yo también había heredado, recuerdo que la abuela Rose siempre decía que me parecía a mí abuelo, creo que no estaban tan equivocada algo parecido me veo a él.
- Estudié abogacía - comento.
- Los De Luca llevamos las leyes en la sangre - bromea con una gran sonrisa.
- Al parecer sí por lo menos en los hombres, Jaz se fue a lo social es psicóloga - le cuento.
- Jazmín psicología, tú y Bautista abogados - dice pensativo. - Me hubiera encantado estar en su vida - agrega con un poco de melancolía.
- No estuviste pero la abuela Rose siempre se encargó de contarnos sobre tí y la abuela Gaby -
Él sonríe pero igual sabía que estaba triste, no había tenido la suerte ni de ver crecer a su hijo, ellos murieron en un accidente de tránsito cuando papá tenía ocho años.
- Cuéntame de Amy y Matheo - me pide ahora.
- Ella es el amor de mi vida - sonrío. - La conocí cuando ella tenía catorce años y era una loca que quería experimentar todo, no se en que momento fue pero me enamoré, nos separamos por inmadurez de cada uno y en ese tiempo nació Matheo - suspiro y vuelvo a sonreír. - Ese niño cambió mi vida, me hizo entender cuáles eran las verdaderas razones de la vida, me casé hace poco con Amy y esperamos un hijo - agrego feliz.
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Alguien tiene que ceder (11° SAI)
Storie d'amoreDécimo primer libro de la Saga Amor Incontrolable (SAI) Alexander no quiere novias o relaciones serias solo le interesan dos cosas follar y ganar todos los casos que le presenten para catapultarlo como el mejor abogado de la ciudad pero la llegada d...