Capítulo 34.

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¡Estaba más que ansioso!

Amy quería matarme porque manejaba una ansiedad bastante alta en estos momentos, hace dos días volvimos de nuestras lindas vacaciones en Disney con nuestro hijo, fue el mejor viaje que hice no solo por ser el primero en familia sino por el simple hecho que me enteré que seré padre nuevamente y que nos casamos, mi madre va matarme cuando se entere pero sabía que en el fondo estaría más que feliz que haya cometido semejante locura al lado de la mujer que amo.

- ¿Alex, estás bien? - escucho la voz de mi esposa, sonaba tan lindo decirlo.

- Ya salgo - digo lavando mis dientes, otra mañana más donde mi desayuno terminaba en el inodoro.

Al parecer era del mínimo porcentaje de hombres que sentía los síntomas del embarazo, recuerdo que mi mamá siempre contaba que mi padre fue el padeció todo durante cada uno de los embarazos de ella y al parecer ahora me tocaba a mí, no me quejaba estaba feliz por esto.

- Mi amor - dice ella al verme salir del baño.

- Estoy bien, cariño - aseguro sonriendo.

Amy me observa y sonríe mientras deja un suave beso en mis labios, debíamos llevar a Matheo al colegio y luego teníamos cita con la doctora para saber cómo estaba el estado de nuestro bebé, no voy negar que eso superaba mi ansiedad en todos los niveles.

- Alexander - me regaña al ver que me estaba poniendo nervioso.

- ¿Qué te sucede papi? - me pregunta Matheo preocupado.

- Nada campeón solo que vamos tarde para tus clases - digo agarrando todo para salir de casa.

Los tres nos subimos al auto rumbo primero al colegio a dejar a nuestro hijo y después a la consulta con la doctora, definitivamente me costaba manejar mi niveles de ansiedad.

- ¿Puedo tener un perro en la nueva casa? -  nos pregunta.

Amy me mira y suspira. - Si Matheo pero no muy grande - contesta ella al fin cediendo.

Habíamos decidido mudarnos a una gran casa cerca del barrio de nuestros padres bastante alejado de la ciudad pero con una gran ambiente para criar niños, Matheo había escuchado la conversación que tuvimos con Olivia y Demian, ellos dos serán los encargados de construir nuestra nueva casa, hace tres días ya tenían todo organizado para empezar.

- ¡¡Siiii!! ¡Le contaré a Bruno! - exclama nuestro hijo eufórico.

Sonrio al escuchar lo contento que está, no me quiero imaginar cómo se pondrán cuando le contemos sobre la llegada de su nuevo hermanito, Matheo modo hermano mayor será todo lindo de ver.

- ¿No estás nerviosa? - le pregunto a Amy cuando estamos en la sala de espera del Med.

- No, te tengo a tí a mi lado - asegura mi esposa uniendo nuestras manos.

- ¿Esta vez seré tía? - la voz de mi prima Helena me hace abrir los ojos bien grandes.

- Helena - murmura su esposo al negar la cabeza.

- Ellos son muy distraídos al no saludarme - acota mi prima indignada.

- No te vimos - comenta Amy.

- Me di cuenta por eso lo seguimos - asegura Lena divertida.

- Los seguiste - murmura Dmitri suspirando.

- ¿Y tú qué haces aquí entonces rusito? - inquiere ella divertida observando a su esposo.

- De seguro te siguió por miedo a que hagas una locura - digo bufando.

Alguien tiene que ceder (11° SAI)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora