Capítulo 26

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Capítulo 26

Después de lo que Nicholas acababa de ver entre Demian y Georgette, no sabía cómo reaccionar. Quería desengañar a Edith, pero no quería herir sus sentimientos y tampoco que pensara que lo decía por envidia o despecho. Sin embargo, pensaba que no habría tal. ¡Si ni siquiera le había dicho que la amaba! Lo que dijera en punto de borrachera no contaba, puesto que él no lo recordaba. ¿Cómo lograr que se diera cuenta de la verdad?

Por otro lado, Edith estaba pensativa. ¿Y si Nicholas ya se le había declarado a Carolyne? Estaba de más lo que ella pensara, se decía.

Y sin embargo, ninguno de los dos dejaba de pensar el uno en el otro.

Las personas de la isla parecían ajenas a ello, excepto Richard, quien se daba cuenta perfectamente del amor de "esos dos" como él los llamaba.

Al ver distraído a Nicholas le preguntó:

- ¿Sucede algo malo?

- ¿Ah? No, para nada- observó Nicholas- es que...sólo pensaba.

- En Edith- insistió el amigo.

- No, para nada.

- No creo que estés pensando en salir de aquí- suspiró Richard- encontraste lo que no buscabas y lo estás dejando ir.

- ¿A qué te refieres?

- No seré yo quien te lo haga ver, Nick- dijo al fin Richard- debo irme, Charlotte me espera.

- ¿Cuándo será la boda?

- En la vendimia- concluyó Richard- eso dijo el doctor Robert.

- ¡Qué bien! Oye, ¿y Max?

- No lo sé, cada día que pasa lo noto más pálido y serio.

- Me da miedo- sugirió Nicholas- hay que hablar con el doctor Robert.

- Sí, así parece- externó Richard.

Al ver venir a Edith, Richard los dejó a solas.

- ¿Y bien?- preguntó Edith.

- ¿Y bien, qué?- soltó Nicholas, sin mirarla.

- ¿Cómo va lo tuyo con...?

- Ah, nada. No es nada. Oye...

- Sí, dime- esperó Edith a la expectativa.

Ambos se miraron frente a frente. Nicholas desvió la mirada y carraspeó.

- No, nada, es que...quería hablar sobre tu amigo Demian.

- ¿Qué tiene?

- Es que, creo que no te conviene su amistad. Además, parece que está interesado en ti pero creo que no es sincero.

- ¿Y por qué te preocupa tanto?- replicó Edith- yo no digo nada de tu amiga.

- Lo siento, pero es mi sentir y quería que lo supieras.

- No necesito que me des tu opinión, como yo no puedo opinar sobre Carolyne, que no deja de rondarte.

- ¿Por qué dices eso?

- Ahora que me das tu opinión, quiero que sepas que Carolyne no me cae nada bien, se ve a leguas que está desesperada y que le das igual tú que cualquier otro.

COMPRANDO TU AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora