Capítulo 29

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Cap. 29

Tras la muerte de Maximilian, Nicholas y Richard habían estado tristes y tratando de sobrellevar el dolor.

-Era como un hermano- dijo Nicholas- no sé cómo vamos a seguir adelante sin él.

-Y sabía lo que tenía y no nos dijo nada- argumentó Richard.

Edith llegó entonces.

-Hablando de nuevo de Max, ¿cierto?

-Así es, bella- dijo Nicholas- sabes que es nuestra conversación desde hace casi un año.

-Yo también me siento muy triste. Sólo quisiera que hubiera estado más tiempo. Pero él no quiso preocuparnos con lo que tenía. Ni el doctor Robert lo sabía.

-Pobrecillo...

-Por cierto- dijo Nicholas- ¿ya terminaste con lo de tu vestido de novia?

-Ya casi- siguió Edith, sonrojándose. - Me falta ya muy poco. Gracias a que conseguiste las mejores telas.

-La esposa del doctor me ayudó. Yo sólo le dije que escogiera lo mejor.

Nicholas la miró con dulzura. Le parecía un sueño al fin poder estar al lado de la mujer que amaba y pronto serían marido y mujer.

Richard sonrió al verlos.

-Yo ya lo sabía desde el principio, sólo que ustedes se hicieron los tontos.

-Me alegro que te hayas dado cuenta. Y me tranquilizo de que no tuviera que irme de la isla.

-Yo también- dijo Edith.

-Yo más- señaló Richard- imagínate, perder a todos mis amigos en un momento. Por cierto, voy a ver a Demian que debe ya estar listo para la ceremonia.

Los dejó solos un momento. Nicholas le dijo tiernamente.

-Me siento tan feliz de que pronto serás mi esposa. Este paraíso logró acrecentar nuestro amor. No sé si un día salgamos de aquí pero ya no saldré solo.

-Ni yo. Ya no me importa lo que pase fuera de este sitio. Si un día volvemos, mi vida será buena si estás tú a mi lado.

Un beso dulce los unió. Nicholas se despidió.

-Ya vuelvo, voy a ver a Richard, no sea que vaya a ponerse a regañar a Demian.

-Qué bueno que ustedes hicieron las paces.

-Yo también. Ya vuelvo, hermosa.

Georgette y Demian estaban emocionados. Se iban a casar justo después del nacimiento de su bebé.

El niño era muy hermoso y ambos estaban felices.

La ceremonia fue sencilla pero emotiva. El nuevo padre agradeció al doctor lo que había hecho por él.

-Estás cumpliendo como un hombre- dijo el doctor- por eso estoy orgulloso de ti. Cuida bien de mi hija y mi nieto.

-Se lo prometo- dijo el joven.

Richard comentó.

-Bueno, pues ahora a planear la boda de Edith y Nick.

-Claro- dijo la esposa del doctor- será una hermosa boda.

Los novios se veían tan felices.

Y en Inglaterra, se recordaba a ambos en un año más de haber desaparecido.

-Apenas puedo creer que perdí a mi hijo cuando apenas lo estaba encontrando- dijo el teniente Norton.

-A mi hija jamás la supe comprender- dijo el señor Goldsmith.-Sólo espero que pueda perdonarme.

COMPRANDO TU AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora