COMPRANDO TU AMOR

Capítulo 57

Cap. 57

Cathelyne conversaba con Richard.

- Amor...¿piensas que es precipitado lo que piensa hacer Nicholas?

- Un poco. Para Edith puede ser realmente hermoso porque es su esposo, pero él no comprende todavía quién es ella.

- Tal vez estando cerca...-observó Cathelyne.

- Espero que no se confunda más por eso. Tal vez, como dices, este encuentro pueda ser benéfico.- aseveró Richard.

- ¿Dónde está ahora?- preguntó Cathelyne.

- Iré con él a comprar algo...y se supone que nadie más lo sabe- sonrió Richard.

- Descuida, su secreto está a salvo conmigo- sonrió divertida la hermana del contable.

Mientras tanto, algunos de los conocidos, ya rumoraban el comportamiento extraño de Nicholas. Pero estaban advertidos de no comentar nada, por indicaciones de su hermana.

También Edith estaba muy preocupada pero emocionada. Lory la veía ir y venir al parecer buscando alguna cosa.

- Señora, está usted muy contenta.

- Sí, Lory, este encuentro con el padre de mi hijo es para mí como una luz en la oscuridad.

- Le deseo que tenga mucha suerte, señora- dijo Lory.

- Cuando me haya reencontrado con él, te prometo que te ayudaré para que te reúnas con tu novio- prometió Edith.

- Muchas gracias, señora. Es usted muy buena.

- Es hora de comer de Jonathan, vamos- dijo ella, tomando a la chica de la mano.

Nicholas viajó con Richard a comprar aquella joya.

- En cuanto logre mi objetivo, pagaré lo que le debo a Cathelyne.

- No te preocupes, de hecho, hay algo que tienes que saber- aseveró Richard.

- Cathelyne comentó algo- añadió Nicholas.- Pero no estoy seguro. ¿Es sobre mi madre?

- Exacto. No sé mucho, pero Cathelyne lo sabe. El apoderado de tu madre fue a verla y le dijo acerca de su herencia. Es para ti, pero tienes que verlo.

- Espero ponerme bien cuanto antes...no puedo seguir así.

Richard le palmeó el hombro.

- Amigo Nick...dime, ¿estás enamorado de esa mujer...la señorita Goldsmith?

- Sí, Rick...no tienes idea, perdidamente enamorado. No comprendo por qué pero es así.

Richard asintió.

- No te preocupes, tu secreto estará a salvo conmigo.

Nicholas le apretó la mano y fueron a buscar aquel regalo.

La noche dejó caer su manto en los hombros de la ciudad.

Aquella habitación del hotel Savoy se alumbró con lámparas y perfumes.

En el salón dos personas se encontraban entre las sombras.

Edith se escondió entre unas cortinas. Fue Nicholas quien se acercó, besó primero su mano y luego la estrechó para besarla intensamente.