COMPRANDO TU AMOR

Capítulo 47

Capítulo 47

Nicholas conversaba con Edith.

- Cathelyne le dijo a mi padre que le pagaba todas sus deudas. Sin embargo, él es muy orgulloso.

- ¿Entonces no aceptará?- preguntó Edith.

- No lo sé- aseveró Nicholas- espero que lo haga por su propio bien.

Edith seguía con la mente desconectada.

- ¿Pasa algo? Te noto algo distraída.

- No...no es nada...-mintió- es que tengo algo de miedo por mi padre...creo que le tomó por sorpresa lo sucedido. Tengo que hablar con él.

- Pues cuando quieras vamos, yo quisiera ponerlo al tanto para que pierda la mala impresión.

Edith fingió que se sentía muy cansada y se fue a dormir.

Nicholas se sentó a tomar una copa y a fumar un puro.

Su padre llegó entonces con mucho aplomo.

- Bravo, Nicholas...te sientes muy tranquilo con todo lo que has hecho, ¿no?

- Creo que ya no tiene sentido seguir hablando, padre- alegó Nicholas- no quiero discutir contigo. Tenías que ver a mi hermana de una buena vez, así ya no tendrás secretos para con nosotros. Ya no quiero sorpresas.

El teniente sonrió.

- Sorpresas...buena palabra.

- ¿De qué hablas?

- Yo me entiendo. Bueno...voy a dormir. Mi hijo ha arrastrado mi reputación, así que no tiene caso que siga despierto.

Cuando su padre se marchó, Nicholas estaba molesto. Había logrado que su hermana enfrentara a su padre, pero éste parecía no cambiar. ¿Qué había hecho mal? No se sentía ni la mitad de tranquilo. Tal vez era que estaba preocupado también por Edith. Así que tras revisar unos documentos decidió irse a dormir.

Tras el desayuno, Nicholas buscó un caballo con Richard.

- Ensíllame a Black Dream, Richard- pidió.

- Claro...negocios, ¿cierto?

- Sí...tengo que ir a ver a los banqueros para saber si mi padre va a pagar las deudas. Y luego me voy a ver lo del trabajo.

- ¿Quieres que te acompañe?

- No, no estoy seguro...creo que es mejor que vaya solo. Te pido que cuides a Edith...no se ha sentido bien y me preocupa.

- Pierde cuidado, hermano- dijo Richard.

Nicholas le palmeó el hombro, subió al caballo y se marchó.

Richard siguió trabajando en la caballeriza.

Pero Edith estaba preocupada por lo que pudiera hacer James.

Y no era para menos. Ese hombre estaba de vuelta en la casa. Pero Richard no se había dado cuenta.

Edith no quería recibirlo pero James fue incisivo.

- Es importante para usted, señora- dijo delante de la criada.

Edith asintió.

- Está bien...pase- añadió, temblorosa.

Cuando estuvo en el despacho, preguntó.

- ¿Qué quieres, James?

- Sólo mira- dijo mostrando una nota.