Capítulo 56

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Cap. 56

Al día siguiente, Edith se dedicó a atender a su bebé. Lory la acompañaba a todos lados.

De pronto, llegó Richard, queriendo hablar con Edith. Dorette le informó.

- Señora...la busca alguien. Está en el recibidor.

- Voy- dijo Edith- Lory, ¿podrías cuidar un momento a Jonathan?

- Sí, señora, claro.

La joven se quedó contemplando al bebé. Era tan pequeño y tan tierno, que le inspiraba mucha dulzura.

Edith fue al recibidor y ahí encontró a Richard.

- Amigo, ¿cómo está Nicholas?

- Está pensativo. No sé si porque no recuerda nada, o porque...

- ¿Por qué?

- Porque está interesado en volver a verte. Obviamente, no sabe quién eres.

- Eso fue lo que me pidió ayer, volvernos a ver...-dijo Edith.

- Y eso es lo que harán. Yo le prometí que te buscaría y que le conseguiría una cita contigo.

Edith se sobresaltó.

- ¿Qué tendrá pensado?

- No lo sé- dijo Richard- pero debemos tener cuidado solamente.

- Sí, no quiero que vaya a reaccionar negativamente a lo que esperamos. No quiero presionarlo. ¿Y dónde será la cita?

- Hay una pequeña reunión en casa de Cathelyne. Será solamente de parejas. Estaremos Cathelyne y yo juntos y tú podrías reencontrarte con él.

- ¿De verdad?

- Claro. Ya se verán en dos días- comentó Richard.

- Gracias, amigo.

- De nada, Edith.

Mientras tanto, Nicholas estaba pensativo. Cathelyne lo miró y le preguntó:

- Nick, ¿estás bien?

- Hermana...dime una cosa. Yo estoy sintiendo algo por una mujer que conocí en la fiesta. Pero ya había dado palabra de matrimonio a Lory, una joven que vive en el bosque.

- Nick, sólo tienes que ser sincero contigo mismo. ¿Amas a Lory como para casarte con ella, cuando ahora has conocido a otra mujer?

- No lo sé...

- Yo te recomiendo una cosa: no te aferres a nada. Sólo ve recordando y dejando que tu corazón te lleve. Sólo así podrás ser honesto contigo mismo.

- Tienes razón, Cathelyne. Voy a ser honesto conmigo mismo. Por eso, ya le pedí a Richard que me ayude a volver a ver a esa mujer que me impresionó.

- ¿La conozco?

- No lo sé, sólo sé que se apellida Goldsmith- dijo Nicholas.

Cathelyne fingió que no la conocía del todo.

- Creo que apenas he escuchado su nombre, pero me alegro por ti. Espero que ella también esté interesada en ti.

- Me parece que sí, pero ahora sé que primero la conoceré y así definiré mis sentimientos.

Cathelyne asintió. Era lo mejor que podía hacer.

El día de la reunión llegó. Las parejas bailaron un vals y se reunieron en el salón para conversar.

Los más atrevidos buscaron los balcones.

De pronto, Nicholas reparó en la presencia de Edith. La siguió por un pasillo hasta quedar detrás de una cortina.

El contable la acorraló.

- Pensé que no vendría.

- Pues ya ve que no- dijo Edith.

- Dígame, ¿usted pensó en mí, como yo en usted?

- Podría negarlo...pero no lo haré, muy a mi pesar.

Edith trató de apartarse, pero Nicholas colocó la mano en su cintura y la besó.

Edith trató de apartarse, pero Nicholas colocó la mano en su cintura y la besó

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Ella correspondió a sus besos y logró apartarlo un instante.

- Señor...yo...

- No digas nada...ahora estoy seguro de que no podría estar sin ti. No importa lo que me pase...no importa lo que haya sido, sólo quiero que seas mía.

Si se hubiera tratado de otra mujer, Edith habría sufrido por aquella reacción. Pero era ella misma. Lo que más deseaba era estar a su lado.

- Señor Norton...yo también quiero estar con usted pero...¿no es demasiado precipitado?

- No...a menos que usted así lo considere.

- Deme tan sólo unos días para decidirme.

- Le aseguro que no se arrepentirá. No tengo nada que ofrecerle, pero saldré adelante para entregarle todo lo que soy.

Ella volvió a besarlo. Se apartó rápidamente y lo recibió en el salón bailando.

Más tarde, Cathelyne se reunió con Edith.

- ¿Qué pasó?

- Nicholas quiere verme a solas...creo que...tú entiendes.

- Ay, linda, creo que eso es...maravilloso.

- No estoy segura. Me da miedo que vaya a cambiar de opinión- observó Edith.

- No te preocupes. Todo saldrá bien. Él ya me dijo que está muy interesado en ti.

Edith la abrazó. Estaba muy emocionada.

Cuando volvió Lory le dijo:

- Su bebé está dormido, señora.

- Gracias, Lory.

Al ver la emoción, Lory le preguntó.

- Señora, la veo muy contenta.

- Es que...volveré a ver al padre de mi hijo. Estaba lejos pero ha vuelto.

- Me alegro mucho por usted y por el niño, señora- dijo ella.- Yo espero encontrar a mi novio, vino a Londres pero no he podido encontrarlo.

- Le diré a un amigo mío que es investigador que te ayude a localizarlo.

- Muchas gracias- dijo Lory, sin saber que se trataba de la misma persona.

Dos días después, Edith buscaba la mejor ropa que usar. Apenas podía creer que volvería a ver a Nicholas. Esperaba que todo saliera bien. ¿Acaso Nicholas la reconocería después de lo que pasara?

En tanto, Nicholas también estaba emocionado. ¿Por qué se sentía tan interesado en esa dama? Algo en su interior lo atraía irremisiblemente. Y ahora averiguaría la razón.

COMPRANDO TU AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora