Capítulo 40

7 0 0
                                    


Cap. 40

Nicholas se marchó más tarde a renegociar la deuda con otros acreedores, encontrando buena respuesta.

Más tarde, fue a visitar a aquella mujer, la que había estado hablando con James.

- Hola, Nicholas, ¿cómo va todo?

- Mal...Edith sospecha. Y yo no sé qué decirle. Sin embargo, hay algo peor. Creo que ella me engaña.

La mujer le comentó.

- ¿En qué te basas?

- Ayer estaba James en mi casa hablando con ella. Él la estaba acariciando cuando yo entré.

- ¿Y ella, qué te dijo?

- Ella dice que no era lo que pensaba, pero dice que James le pidió renegociar la deuda a través de ella.

La mujer le respondió.

- Y tiene razón. Nicholas, tengo que decirte algo. Yo hablé con James.

- ¿Tú?

- Sí...James y yo tuvimos que ver. Él me tomó como una diversión y prometí vengarme. Supe lo que tenía pensado hacer.

- ¿De qué hablas?

- James me contó el plan que tenía. Quiere vengarse de ella. Está pensando en separarla de ti para después tomarla y dejarla. Está resentido porque se casó contigo.

- Entonces, ella...

- Ella no te engaña. Eres tú el que la está engañando...-añadió la mujer.

- Lo sé...pero no sé cómo explicárselo- siguió.

- Por ahora reconcíliate con ella. Dile que lo sabes, que escuchaste a James, no sé, algo creíble, para que sepa los planes de James. Una vez hecho eso, déjame el resto a mí.

Nicholas negó.

- No puedo hacer eso.

- Claro que puedes. Yo tengo que ponerla al tanto de la verdad.

- ¿Y cómo piensas hacerlo?

- Ya lo verás. Por ahora procura reconciliarte con ella.

El contable asintió. Trataría de explicarle algo pero sin decirle toda la verdad.

- Bueno, te dejo, tengo pendientes que hacer.

- Ve, anda y me mantienes al tanto.

- Gracias- añadió besando su mano.

Cuando Nicholas se marchó, ella sonrió.

- Ya verás, James, vas a pagar caro lo que has hecho...

Las Wilson se encontraban en la casa Norton.

Edith las tuvo que recibir para no estar sola en la tarde.

- Bienvenidas- fingió.

- Gracias, querida. Llegamos justo a la hora del té.

- Así es- comentó- voy a ver si ya está listo el servicio.

La criada le comentó.

- Señora...no las escuche. Son intrigantes y fastidiosas.

- Gracias, Juliette- sonrió la joven.

COMPRANDO TU AMORDonde viven las historias. Descúbrelo ahora