Capítulo 1

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Aclaración: he incluído a Ranma y Akane en la historia pero su participación será completamente secundaria.

Siglos antes de la conformación de los Estados Modernos, el territorio se hallaba dividido en 4 poderosos Reinos que abarcaban cada centímetro del espacio conocido. Todas las tierras fértiles, océanos y montañas se hallaban bajo el control de estos grandes soberanos.

El reino del Norte era conocido por su ferviente actividad ganadera, sus minas de oro y una muralla impenetrable. El rey Bankotsu y su esposa la reina Kikyo tenían dos hijos varones y una mujer. Shippo, Kohaku y Rin. Ésta última fue enviada a la corte del Oeste tras la invitación de la reina Irasue, íntima amiga de su madre.

El reino del Este era poseedor de la mayor flota mercante y se hallaba a la cabeza del desarrollo de innovaciones técnicas debido a su amplia experiencia marítima. Eran reconocidos como los mayores productores y abastecedores de cereales del mundo. Los reyes Ranma y Akane tenían una única hija, Kagome. De la cual se rumoreaba era la mujer más hermosa de los cuatro reinos. El sinfín de propuestas matrimoniales no hacían más que confirmar dichos rumores.

El reino del Oeste debía su reconocimiento a sus aguerridos soldados, sus triunfos en combate y su formidable reserva de metales preciosos. Fuente indispensable para el financiamiento de sus ejércitos. El rey Inu no Taisho gobernaba junto a su esposa la reina Irasue con la cual tenían un hijo Sesshomaru, primogénito y único heredero legítimo al trono del Oeste. Sin embargo, el rey tenía otro hijo, Inuyasha, fruto de una aventura en palacio y al cual consentía más que a su propio heredero. Era conocido como el bastardo que creció bajo el ala de su padre y con todos los lujos de un príncipe. Odiado por su madrastra, amado por su padre y muy querido por su medio hermano Sesshomaru, pasaban las tardes juntos practicando con la espada.

Por último, estaba el reino del Sur que debido a sus ambiciones expansionistas en los años anteriores quedó devastado luego de la gloriosa "Triple Alianza" entre el Norte, Este y Oeste. El Sur tenía una larga tradición de enemistad con el reino del Oeste, sus hostilidades habían cesado recientemente debido a la asunción de un nuevo soberano al trono, Naraku. El cual parecía dispuesto a mantener la paz que la "Triple alianza" había acordado luego del fin de la "Guerra de las mil noches". El último gran conflicto bélico entre naciones. Su tardía estabilidad política y los conflictos sociales internos dejaron al país relegado a una monarquía débil y volátil en comparación a sus vecinos. 

(...)

El sol había salido después de cinco días de incesantes lluvias. Sobre la mesa de la habitación del rey del Este se hallaba una carta escrita por puño y letra del mismísimo rey del Oeste, Inu no Taisho. Ranma no demoró en cortar el papel y desdoblar en sus manos la carta. 

"Querido amigo, nos conocemos desde hace muchas décadas, hemos luchado juntos en memorables batallas y me enorgullece poder contar con tu sincera amistad. Es grato recordar los buenos tiempos de vez en cuando, sin embargo, te escribo con mayores intenciones. Ha llegado a mis oídos la noticia de que deseas desposar a tu hija y he pensado que sería la oportunidad perfecta para prolongar la paz que viven actualmente nuestros pueblos. Imagina la majestuosidad del futuro, unidos el reino del Este y del Oeste serían invencibles. Sesshomaru, mi hijo mayor y heredero al trono tiene la convicción y seguridad de un soberano poderoso, veo grandes cosas en su futuro. Por eso deseo invitarte a ti, a tu esposa e hija a la corte del Oeste con el fin de que juzgues con tus propios ojos el carácter de mi hijo. Estoy seguro de que todos nos beneficiaríamos de una unión como esta, y he de admitir, amigo mío, que sería sumamente grato considerarte  parte de mi familia.

Atentamente Inu no Taisho."

Ranma plegó nuevamente la carta entre sus manos y la dejó sobre la mesa de roble. Se puso de pie lentamente pensando en las palabras que acababa de leer cuando observó por la ventana a su hija caminar distraída por los jardines del palacio. Ella volteó hacia arriba encontrándose con su mirada y le dedicó una tierna sonrisa seguida de una reverencia. Él hizo lo mismo, y de forma inmediata ordenó a sus sirvientes preparar las maletas para el viaje. Sin duda el hijo del rey del Oeste era el mejor pretendiente para su hermosa niña. Joven, fuerte, valiente, poderoso y decidido... no esperaba menos de la persona a la cual entregaría su más importante creación.

Continuará...

Amor en Tiempos de GuerraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora