POV. Sesshomaru
¿Qué soy yo para ti?
Me lo pregunté más de una vez. Y siempre me vi volviendo al pasado, sumergiéndome en recuerdos dolorosos. Regresando el tiempo atrás.
Todo habita tan vívidamente en mi memoria. Cada encuentro, cada mirada, cada caricia.
Atravesaste las puertas del palacio del Oeste con una mirada desconfiada. Tenías miedo. Miedo de alejarte de tu hogar. Sin embargo, allí estabas, fingiendo tanto como yo. Sabíamos que algo más grande entrelazaba nuestros caminos a la fuerza.
¿Qué es el destino, sino la resignación de lo que no pudimos o no quisimos evitar?
Tu mirada confundida perdiéndose en quien no debía. Vacilación detrás de tu dulce sonrisa. Rencor detrás de la mía. Tu presencia profetizaba el fin del primer amor de mi vida. Aquel que me marcaría, aquel que cargaría como un pecado durante el resto de mi vida.
¿Realmente merecía tal castigo?
Peleé por ella, por nosotros y fallé. No tuve el valor de enfrentar a mi padre dos veces. Me resigné y cuando entendí que tendría que alejarme, intenté enterrar lo que nos unía. Fue mi primer gran error. Si realmente no iba a luchar por ti, al menos debí serte sincero, Rin. No hubo un final feliz para nosotros.
Convertí tu amor en odio.
Convertí mi amor en dolor.
Destruí a la única persona que me amaba. Ahogué mi pena en otros brazos. En sus brazos. Quemé tus cálidas caricias en fuego ardiente. En noches en vela. En respiraciones agitadas. En sábanas revueltas.
No te olvidé, jamás lo haría. Solo dejé de pensarte, dejé de extrañarte. Quizás ella también necesitaba olvidar. Nos utilizamos mutuamente. Con el tiempo se volvió muy natural estar juntos.
Muchas veces me pregunté que hubiera pasado si la guerra nunca hubiera estallado. Si no me hubieras traicionado. Si no hubieras desangrado nuestra historia.
No te mentiré. Pude haberte dado más, pero elegí ser egoísta. Me elegí. Quizás no te amaba tanto como creía, tanto como merecías.
Lamento que lo nuestro terminara de la forma en que lo hizo. Si pudiera volver el tiempo, no cometería los mismos errores, pero no puedo hacerlo. Tu sangre mancha mis manos, y eso me atormenta.
Sobreviví, pero parte de mí murió contigo esa noche. Escapé, pero aún siento que me persigues. Tu voz se apagó, pero aún la escucho.
Pensé que nunca me perdonarías.
Pensé que nunca me perdonaría.
Ojalá te haya consolado saber que lo perdí todo otra vez.
Quizás ya no tenía derecho a ser feliz, pero igual lo intenté. Empecé de nuevo, me enamoré. Verdaderamente la amé, y cuando ella se alejó, sentí mi corazón romperse por primera vez.
¿Eso fue lo que sentiste, Rin? ¿Un amor tan grande que te haría enloquecer? Me siento doblemente culpable, impaciente.
Fue difícil actuar como si no pasara nada. Luego de la muerte de Naraku, pude ver con total claridad el otro problema del que había apartado la vista. Di las cosas por hecho. Pensé que mi hermano era demasiado débil como para ser una amenaza. Ese fue mi segundo gran error. Caer a sus pies no fue ni la mitad de humillante que cuando Kagome se marchó con él.
Mi declaración, que parecía ser una confusión entre enojo y decepción, fue respondida con firmeza por ella.
Kagome. Tú no decidiste por mí o por ti, sino por nuestra hija. Estuviste dispuesta a pagar el precio, pero ¿eso dónde me dejó? ¿Qué opción me diste?
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Amor en Tiempos de Guerra
FanfictionAl cumplir 16 años Kagome fue prometida en matrimonio al hijo mayor del Reino del Oeste, Sesshomaru. Sin embargo, su indiferencia la empuja a los brazos de su hermano bastardo, quien goza de un talento singular en las artes del placer. Ahora la jove...