Capítulo 5

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No puedo moverme, hace ya unos minutos que Nelly se fue, pero estoy tan nerviosa que no puedo moverme, por primera vez estaré comiendo frente a personas completamente desconocidas.

Sola, no tengo a nadie, no hay nada que me consuele, quisiera escapar de este lugar, pero ¿A donde iría? Así que, solo actuare una vez más, como si nada estuviera pasando, sin preocupaciones, voy a fingir estar bien.

Acomodo mi vestido verde un poco, me agrada la deadema que combina con mi vestido, por suerte Nelly entendió que no me gusta tanto maquillaje en mi cara; estoy a punto de abrir la puerta cuando alguien entra.

—Disculpa —dice un chico de ojos claros y cabello azabache apareciendo en mi puerta—, yo... —parpadea un par de veces para luego sonreír nervioso— ...olvide lo que iba a decir.

—¿Es sobre la cena? —Pregunto.

—Creo que si —Responde riendo, al instante puedo notar sus lindos hoyuelos en las mejillas.

—Bajo en un instante —digo simple.

—De hecho... a eso venía —lo miro confundida—, es que la cena será en un par de horas, ¡minutos! Son solo algunos minutos.

—Bien —Suspiro nerviosa.

—Aunque en realidad si tardan horas cuando dicen "minutos" ya que hablan de trabajo —dice sonriendo—. ¡Por cierto! Soy Axel, Broker... Akdeniz.

—Un gusto conocerte.

—El gusto es mío —dice mirandome fijamente a los ojos—. ¿Tu eres...?

—Oh, siempre olvido decirlo —digo ya muy nerviosa—. Soy Keila, Armstrong.

—Encantado de conocerte, Keila —dice con una sonrisa que enamora instantáneamente.

¿Que andas pensando? Apenas y lo conoces, no te hagas ilusiones...

—¿Te molesta si me quedo un momento?

—Sin problema.

Pasamos horas hablando, ni siquiera tenia sentido nuestra conversación, pero reímos juntos, olvidando por completo cualquier problema, en estos momentos siento que podríamos estar en el peor lugar de la galaxia o muriendo de alguna rara enfermedad y, aún así, estaríamos bien si estamos juntos.

—¿Entonces eres hija de Liareli Kirchner?

—Si... —digo tímida.

—Supongo que tu vida está siendo complicada en estos momentos.

—Supongo, pero, en cuanto mi padre despierte ¡Todo será como antes!

—¿Estas segura?

—Por supuesto, claro, eh, estoy muy segura que él va a despertar.

—No habló de esperanzas, sino, que realmente todo sea como antes.

—Bueno... he tratado de no pensar tanto en eso.

—Lamento romper tus sueños, pero aunque tu padre despierte, tu vida ya no volverá a ser la misma ¿Lo sabes?

—Es que, estoy tan agobiada, ni siquiera puedo procesar lo que esta pasando en estos momentos, jamás pensé estar con mi madre.

—También debes tener en cuanta la otra opción, si tu padre no despierta, o si muere ¿Que vas a hacer?

—Tal vez aventarme al vacío.

—¡¿Que?!

—No hablo en serio, es metáfora.

—Oh, ¿Y que tipo de metáfora es?

—Si mi padre muere, tendría que enfrentarme a una nueva realidad, muy diferente a lo que siempre imagine, por lo que tendría que avanzar, dar un salto de fe.

—Y por ahora, ¿Qué vas a hacer?

No puedo seguir hablando ya que Greta entra a mi habitación, avisando que la cena se había pospuesto para otro día, ya que era demasiado tarde y debían seguir hablando de trabajo.

—Fue un placer hablar contigo, Keila, y piensa bien lo que platicamos.

Me despide con una sonrisa mostrando sus hoyuelos, lo único que puedo hacer es sonreír amablemente; en cuanto se cierra la puerta de mi habitación me tiro sobre la cama suspirando.

Cierro los ojos por unos segundos, pero los vuelvo a abrir cuando la pregunta de Axel rodea mi mente "Y por ahora, ¿Qué vas a hacer?" Realmente, ¿Qué voy a hacer?

Esos pensamientos no abandonaron mi mente en toda la noche, ni siquiera de camino a la escuela, ni en horas de clases; no se ni en que momento llegue a la hora de la comida, donde fingir será el pan de cada día.

—¿Vas a ir? —dice Alison volteando a verme— Juro será una gran fiesta, te vas a divertir.

Detesto ir a lugares donde haya mucha gente, ni siquiera me gusta salir, supongo que me acostumbre a estar sola

—¿Cómo puedes asegurarme eso?

—Ya se lo que piensas, fiesta organizada por chicos un año menos que nosotros, ¡Tranquila! El anfitrión tiene un hermano un año mayor que nosotros, lo conocemos, seguro será una gran fiesta.

—Entonces te aseguro que iré.

—¡Lo sabía! —grita Alison—, ¿Ahora estás segura, Hanna? Te dije que no era una nerd aburrida, es como nosotras ¡Merece ser porrista!

¿Que hubiera pasado de haber dicho que no? ¿Hubieran hablado mal de mi? ¿O me habrían dejado de hablar?

Otro día en la escuela, empiezo a acostumbre a la rutina, aunque sea tan diferente a la que tenía antes; todos mis pensamientos se van en cuanto escucho a Mamá decir que va al hospital.

—¿Vas a ir al hospital? —digo bajando las escaleras con rapidez—, ¡Te acompaño!

—En realidad solo pasare por escasos minutos, y luego iré a otros asuntos.

—No importa, puedo regresar sola, ni siquiera me molesta la hora, me gustaría visitar a mi padre.

—Pero tu saldrás este sábado en la noche, y yo iré muy tarde.

—¿Cómo sabes?

—Siempre hacen una fiesta el primer Sábado luego de vacaciones, si no te invitan significa que no eres nada. Tu eres porrista, es obvio que te invitaron.

—¡Por supuesto! —digo en un intento de sonar segura.

—Ahg, pero no te compré ropa para fiesta, supuse que serias... diferente, pero me alegro de haber estado equivocada, eres... normal.

¿Diferente? Cualquier extranjero es "diferente" fuera de su lugar de origen, ¿Porqué se supone que yo sea "normal"?

—Normal... —repito analizando la palabra.

—Más tarde te daré dinero para que vayas a comprar algo con tus amigas.

—Gracias madre, que considerada eres.

—Tu imagen estudiantil es importante, pero no por eso debes descuidar la imagen social, es demasiado importante en la sociedad.

—Comprendo a la perfección —digo bajando la voz.

Definitivamente todo esto es un error, algo en el sistema universal falló.

—Nos vemos la semana que viene, hijas, espero no peleen, al fin de al cabo son hermanas.

Finalmente un destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora