Finalmente un destino

Capítulo 36

Vestidos y trajes elegantes, accesorios muy resultantes, personas tomando miles de fotos a otras personas, palabras que se las lleva el viento, analizar cada detalle te deja inmóvil.

—Ya es hora —nos anuncia mi madre antes de empezar a caminar—, gran sonrisa humilde.

¿Qué tiene de humilde todo esto?

Esta de más decir que fue Liarla Kirchner quien diseño y confeccionó a detalle cada elemento de nuestros atuendos, aunque como Liliane no le gusta los detalles lleva un vestido más sencillo, y mi madre vio en mí la oportunidad de mostrar sus diseños juveniles más extravagantes.

Tengo puesto un vestido largo con decorados de flores mientras mi cabello esta recogido en una coleta baja con varios cabellos sueltos, y con un maquillaje un tanto cargado.

Los reflectores me dejan cegada, sigo caminando a donde creo que va a estar mi madre, aunque en un parpadeo de ojos pasan varios minutos, jamás imagine estar aquí, pero, ahora parece un sueño.

Toda la noche es tan fantástica, a lo lejos veo a algunas celebridades, pero debo guardar la cordura y madurez, así que sigo en busca de un lugar seguro o alguien que conozca, que es obvio que no encontraré a nadie.

De pronto, una silueta se me hace conocida, pareciera que es Axel, pero, hay una chica al lado que lo agarra como si fueran pareja, me acerco un poco más para ver con claridad, y efectivamente... es Axel. Posando junto a Liliane para las cámaras, incluso se dan un beso para las fotos.

Mi mente está en blanco, y por razones obvias mi corazón siente como si mil agujas estuvieran atravesandolo lentamente, estoy inmóvil viendo la escenas cuando, de repente siento una mano en mi hombro.

—Disculpa —habla una voz masculina.

Parpadeo con rapidez para ocultar los ojos rojizos que seguro tengo, respiro profundo y doy la cara, al voltear a ver me encuentro con el rostro tranquilo de Denzel.

—Denzel Runols ¿No?

—Rustow. —Corrige sencillo.

—Eso, perdón —digo un poco apenada por la confusión—. ¿Qué haces aquí?

—Lo mismo me pregunto de ti.

—Soy hija de Liareli Kirchner, debo asistir a este tipo de eventos.

—Claro, porque van a donar vestidos de alta costura a gente que no puede cambiar su oufit por día.

—¿Y tu qué? ¿Piensas regalar sonrisas?

—Por supuesto —habla serio—, hay quienes las necesitan, quienes no las tienen.

Estamos sosteniendo la mirada, pero alguien pasa por detrás y me empuja, haciendo que caiga directo a los brazos de Denzel, me sostengo de su saco mientras el me sostiene.

—¿Estás bien?

—Si, solo tropecé. —digo alzando la mirada.

Me incorporó aún con sus manos sosteniendo mis codos, la escena podría ser muy romántica, pero, nosotros apenas y cruzamos dos palabras, me alejo despacio sin expresión aparente; la mejor opción estando cerca de él es aparentar que no sucede nada, sino después veré anuncios de un falso noviazgo por todos lados.

Espero nadie me haya visto...

—¿Porqué sigues viendo a quienes llegan? Hay lugares más interesantes ¿O esperas a alguien?

—No, no, yo solo... —veo a Axel junto a Liliane dándose un beso.

—¿Acaso esos dos volvieron? —habla Denzel viendo al mismo lugar.

—¿Quienes? —digo volteando a ver.

—Liliane Devine y Axel Broker —dice sencillo—, la pareja más tóxica y de extraña manera, tal para cual.

—Si... son el uno para el otro —digo suspirando.

—¿Tu y él... no andaban juntos? ¿Algún tipo de noviazgo?

—¿Noviazgo? ¿Con Axel?

—Es evidente que no ¿Cierto? Yo siempre te dije que te alejaras de él.

—Aunque haya sido como sea, ¿Porqué jamás me dijiste que era novio de mi media hermana?

—Por favor, Keila, ni siquiera me dices las palabras de cortesía cuando me ves.

—Es por que tu tampoco lo haces.

—¿Debería?

Cruzo los brazos mientras desvío la mirada, el destino es tan cruel que a donde sea que mire me encuentro con la pareja tan feliz y perfecta.

—Últimamente no me reconozco —digo entre balbuceos.

Hay un silencio entre los dos, de pronto un señor se acerca a Denzel para hablar de temas que desconozco, al parecer era sobre alguna fundación.

Hasta él conoce más gente que yo, por lo menos tiene una verdadera razón para estar aquí.

—Por último, me gustaría preguntarte algo, muchacho —escucho la voz anciana del hombre—. Es algo personal, pero me da curiosidad.

—Usted dirá —responde con una sonrisa nerviosa.

—¿Es tu novia? —pregunta señalandome con la mirada.

—Eh... —Denzel me observa antes de responder— no ¿Porqué la pregunta?

—Ya te lo he dicho, muchacho, tienes una vida por delante, pero si amas a alguien no te quedes sin hacer nada.

—Por supuesto —confirma Denzel.

El Señor se va sin decir más, luego de eso llegan más personas para hablar con Denzel, y de paso algunas me hablan a mi sobre mí carrera de modelaje, o sobre la serie.

—¿Porqué ese señor te preguntó si soy tu novia? —le pregunto a Denzel—, no es de su incumbencia.

—Su esposa falleció hace unos días, y él no pudo despedirse —voltea a verme con serenidad—. Tenían 40 años de conocerse.

Es en estos momentos que desearía regresar en el tiempo y borrar lo que dije.

—Era un buen consejo —digo para romper el silencio incómodo.

—Si, aunque otra persona me dijo que, no porque lo sienta ahora debe suceder en ese instante, en ocasiones las cosas suceden para que las recuerdes y sepas actuar en el momento indicado.