Ryan me había llevado a casa, ahí pude tomar una ducha y cambiarme de ropa, me espero el tiempo necesario para llevarme a mi clase de modelaje, todo era lo habitual, prestaba suma atención a los detalles siempre destacándo.
Estaba agarrando mis bolso para finalmente irme a descansar a casa, aunque después de recordar que todavía tenía la última clase con Ryan se me quitaron las ganas de vivir.
Además que mi horario cambió, así que debo ir a mi clase de Ballet saliendo de aquí.
—Señorita Armstrong —habla la profesora—, ¿Tiene un momento?
—Por supuesto —respondo acomodando mi bolso.
—Se ha destacado de sobremanera, tiene un talento natural y, bueno, su madre es conocida por lo cual influye en tu imágen —toma un respiro—, lo que te quiero decir, es que hay algunas agencias interesadas en ti. Eres joven y la mejor de la clase siendo sincera, es una gran oportunidad.
¿Agencias? ¿Para ser modelo?
—Los estudios que haz llevado te ayudarán demasiado si quieres hacer una buena carrera profesional —me da una carpeta—, esto es algo fundamental, incluí los documentos, información y demás.
—De verdad lo agradezco.
—Revisa bien y toma la mejor decisión.
Mi madre solo está obligada a pagar lo más básico hasta que sea mayor de edad, tener un empleo con buen salario estaría bien, además que ya tengo un poco de experiencia en el campo.
Las cosas no suceden sin razón alguna...
En cuanto termina la clase de ballet reviso mi celular el cual tiene un mensaje, rápido reviso de que se trata, y veo que es Ryan.
Ryan:
¿Donde estás?Le envío mi ubicación, espero un par de minutos antes de que llegue, en cuanto lo veo en su motocicleta me preparo psicológica y emocionalmente, los miedos no se superan de la noche a la mañana.
—Lo lamento —digo en cuanto esta frente a mí—, es que... mis horarios cambiaron y —sigue montado y con el casco puesto mirando hacia mí— ahora salgo de ballet, y la clase de modelaje aumento horas.
—Te ves bien —me observa de pies a cabeza—, demasiado bien.
—¿No es raro que me digas eso tan seguido? Lo haz dicho al rededor de 3 veces en casi el mismo día.
—Haz tenido diferentes atuendos, todos de chica mimada, por supuesto.
—No es mi intención —digo subiendome a la motocicleta, para después murmurar—, supongo.
—Así que... —me da el casco— ¿Te gusta el ballet?
—¿Desde cuando sacas platicas sobre intereses personales estando en horarios?
—Es información relevante, conforme a las actividades más elaboradas y de interés puedes... mejorar en lo demás.
—Si que sabes usar las excusas.
—No uso excusas, utilizo una parte de la verdad.
—¿Y cual es la otra parte?
—¿Cual te gustaría que fuera? —ladeada su cabeza, seguro para ver mi reacción facial.
—Yo pregunté primero.
—Pero puedo responder después.
Ruedo los ojos con una sonrisa en mi rostro, y en cuanto arranca instintivamente me sujeto con fuerza abrazándolo; al llegar me deja haciendo algunos ejercicios.
Me quedo sola en el patio de atrás, estuve practicando por varios minutos, pero después empecé a revisar los papeles de las agencias, algunas no me convencían, pero otras eran las ideales, me ocupe en un par de llamadas, revisar fechas de casting y mi portafolio.
Aún sigo sin creer que pueda lograrlo.
Había una manera que me encantaba para liberar emociones, hace tanto tiempo que no práctico ballet a mi manera, tan libre, sin preocupaciones, estando en un lugar abierto y sin vigilancia de hacerlo perfecto, riendo y no llorando con mis errores.
—Primera posición —digo poniendo los talones juntos y pies abiertos para formar una línea recta, con los brazos hacia abajo formando un óvalo.
—Segunda posición —abro las piernas, y levanto mis brazos formando una línea ligeramente curvada.
—Tercera posición —pongo el talón de uno de mis pies contra la parte central del otro, poniendo un brazo como la primera posición mientras el otro sigue como en la segunda.
—Cuarta posición —cruzo mis pies dejando un pequeño espacio y pongo un brazo curvado hacia adelante mientras levantó el otro brazo curvandolo un poco.
—Quinta posición —pongo el talón de cada pie de manera que toca los dedos del otro, mientras levanto mis brazos formando un óvalo.
—Primera posición —digo volviendo a iniciar con una sonrisa—, segunda posición, tercera posición —hago las posiciones acorde a como las voy mencionando—, cuarta posición y quinta posición.
Primera, segunda, tercera, cuarta, quinta y empiezo mi baile libre con una gran sonrisa en mi rostro, doy un par de giros, saltos y todo lo que sé, añado un par de pasos prohibidos, pero le dan un toque tan bello, o eso supongo.
Voy recorriendo todo el patio, entre vueltas y vueltas, movimientos, sensaciones, sería genial poder bailar bajo la lluvia y sentir que nada importa más que bailar un poco disfrutando el momento.
Estoy sonriendo como nunca antes, doy un par de giros finales antes de quedar frente a Ryan, quien intenta disipar su mirada y pequeña sonrisa relajada que muestran interés.
—¿Porqué te detienes? —cuestiona con una leve sonrisa.
—¡¿Desde que hora estas ahí?! —me alejo bruscamente.
—Cuando dijiste "Tercera, Cuarta y quinta posición"
—No puede ser... —muero de vergüenza en mi interior.
—Si que eres buena —balbucea, para después aclarar la garganta alejándose de mí—, pero eso no te salva de las prácticas.
—Por favor, déjame descansar solo por 15 minutos, todo el día he estado en movimiento y estoy agotada.
—Keila —se acerca a mí con una sonrisa—, yo estoy para entrenarte, y te estoy dando estos entrenamientos gratuitamente, y en ocasiones de cosas que no me corresponden.
—Solo 15 minutos de paz —susurro frente a él.
—Los doctores no tienen descanso.
—¿De qué hablas? ¿Porqué...?
—Sabes bien de lo que hablo, ¿Oxford es una pista?
—¿Que tanto hablé?
—Lo necesario para conocerte.
—Cualquier palabra que haya dicho, solo, estaba ebria y, puede que potencialmente haya dicho mentiras.
—Con sinceridad, espero que no.
No puedo creerlo...
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Finalmente un destino
Teen FictionKeila tenía una vida feliz a lado de su padre, pero ahora es tiempo de estar con su madre, una mujer famosa y adinerada; su vida tendrá muchos cambios... ¿Su destino?