Capítulo 37

79 2 2
                                    

Desde que empezó el día he estado activa, empecé con varias clases que recorrí para hoy, tuve que ir al casting terminando a las 8:00 con las sesiones de foto, y ahora estoy acostada en la cama leyendo un libro sobre la anatomía humana.

Levanto la mirada para notar que esta lloviendo levemente, mi mente divaga en los recuerdos de Inglaterra, hace un año estaba comiendo tarta mientras pensaba en como sería el día que enfrentaría esta vida.

Pequeños sueños estúpidos...

Agarró una suéter y salgo a toda prisa para que nadie note que me fui, aunque me parece un poco ridículo ahora que lo pienso bien...

¿Quién notaría mi ausencia?

Ni siquiera tengo un rumbo fijo, solo estoy caminando en la calle en medio de la noche, con las gotas de lluvia cayendo sobre mí.

Imágenes vienen a mi mente de todas las veces que soñé con poder tener una linda familia, de tener amigos, de tener a alguien. Las tantas noches que lloré sola, sin poder desahogarme con alguien o decir lo que sentía, del por qué estaba tan triste.

Y luego de algunos minutos, me encuentro en la habitación del hospital donde está mi padre, estoy recostada en el sillón mirando su rostro.

—Y pensar que hace un año todo era tan diferente —una lagrima se desliza por mi mejilla—, desearía que todo volviera a la normalidad.

Para colmo, ni siquiera se cumplió mi deseo del año pasado ¿O si?

—¿Keila? —habla una voz masculina.

Rápido limpio mis mejillas y párpados, me incorporó para mirar a quien está viendo esta escena, al elevar la mirada me encuentro a quien menos esperaba ver.

—¡¿De verdad estás acosandome?!

—Sabía que era mala idea —responde Denzel a punto de irse.

—¡No, no, espera, no! —digo levantándome rápido hasta sujetar su brazo— Lo siento, solo, me sorprende verte aquí ¿Qué haces en este lugar a estás horas?

—No es por ser repetitivo, pero, me pregunto lo mismo de ti.

—Vine de visita —respondo sincera.

—Ya paso la hora de visitas.

—Lo sé —bajo la mirada—, bueno, las enfermeras ya me conocen.

—¿Puedo acompañarte? —cuestiona con una mirada apacible.

—Claro —Respondo.

Retomo mi asiento en el sillón, él se sienta a mi lado en silencio mientras observó el piso tratando de contener las lágrimas.

—Algunas personas despiertan.

—Gracias por las esperanzas —volteó a verlo—, pero el Doctor ya mato todas.

—Oh... —responde apenado— ¿Quien es su Doctor? ¿McPherson? Si es así, todavía tienes esperanzas, siempre dice que todos van a morir.

—Wow —niego riendo—, ojalá fuera así.

—¿Es conocido o... familiar?

—Es mi padre —suspiro.

—Lo lamento —habla en voz baja.

Se hace un gran silencio, es demasiado desesperante estar aquí en silencio, me hace sentir tan vacía y sola; empiezo a sentir frío, al parecer Denzel noto eso ya que se quito el abrigo para darmelo.

—No es necesario.

—Estas temblando —responde acomodando su abrigo en mí.

—No me respondiste ¿Qué haces tu aquí?

Finalmente un destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora