Capítulo 28

64 3 0
                                    

Ya habían pasado un par de semanas, me encuentro a punto de salir de vacaciones, pero antes de eso debía llegar el gran juego, uno de los más importantes, toda la escuela iba a verlo, y yo como porrista no podía faltar para animar al equipo.

—¡Es para lo que hemos estado ensayando todo el año! —habla Hanna con gran emoción—, ¡No podemos fallar en absolutamente nada!

¿En serio es para tanto? Ni siquiera es verdadero fútbol.

Nuestra escuela se enfrentaría a su mayor rival, perder no era una opción, aunque la otra escuela tiene más prestigio por lo cual seguro harían lo que fuera para ganar.

Mañana era el "gran día" que todos esperaban, por lo que toda mi concentración y estabilidad emocional estaban en ello, hace una semana programé mil alarmas y a mi cerebro para despertar extremadamente temprano para el día del gran juego.

Me levantó un poco más temprano de lo normal, tengo que llegar más temprano ya que soy porrista; empiezo a hacer mis rutinas de ejercicio, estiro, salto, sonrió y me entusiasmo.

¡Es hoy!

Después de bañarme y cepillar dientes y cabello me pongo el uniforme oficial de las porristas; parece el de películas de porristas, pero con un toque diferente.

Nelly me ayudo a arreglarme, y George me lleva a la escuela, el problema fue ubicarme, era otro campo por lo cual yo no conocía nada del lugar, y para mi suerte Alison ni siquiera me contestaba las llamadas.

—Todo saldrá bien —digo para mi misma intentando sonar tranquila para calmar mis nervios—. ¿Que puede suceder de aquí hasta llegar con las porristas?

Si no supiera que soy tan tonta en estos momentos no estaría nerviosa, y mi mente lo sabe.

Estoy caminando sin rumbo aparente, seguro el celular de Alison tiene más de mil llamadas perdidas ya que no me ha contestado ni una sola vez.

—¡Alison, contesta! —digo entre dientes

De la nada escucho la puerta de un auto cerrase con fuerza muy cerca de donde estoy, lo cual causa que me sobresalte, segundos después escucho los pasos de una persona acercarse a mí.

—Veo que estas perdida —dice una voz masculina acercándose a donde estoy.

Uff, tranquila ¿Qué es lo peor que puede suceder?

Pongo mi mejor sonrisa, giro sobre mis talones solo para encontrarme con Ryan, en cuanto ve mi uniforme se borra su sonrisa, sus ojos aceituna se fijan en mi mirada inocente y perdida.

—¡Ey! Ryan... Hola —digo sonando con más desánimo en cada palabra.

—¿Porqué no me sorprende esto? —empieza a reír bajo.

—¿Que es lo que no te sorprende? —pongo una mano sobre mí cadera.

—Que las chicas mimadas sean las animadoras del equipo —me observa de pies a cabeza sin borrar esa sonrisa burlona—. Pensé que era un estereotipo.

—¡Deja de llamarme así, ya te dije que no soy una chica mimada!

—No puedo tomarte en serio viéndote vestida así.

—¿Y tu porqué carajos estás aquí? ¿Eres la mascota del equipo?

—En realidad no soy nada del equipo, solo vengo a ver jugar a mis amigos.

—Wow, ¿Tienes amigos?

—Creo que esa pregunta te la deberías hacer a ti.

—¡¿De qué hablas?! Por supuesto que tengo amigos.

—¿Entonces porque mantienes una conversación con un chico que solo conoces porque te da clases de esgrima y karate?

—Porqué me encantan tus palabras profundas y la sonrisa que tienes a lo largo de todo el día —digo irónicamente—. No responde las llamadas...

—Oh, claro —dice posando su vista en su celular, teclea un par de veces y luego vuelve a verme—. Seguro que están preocupados por ti.

—Tal vez no tengo muchos amigos, pero son personas sinceras.

—Por supuesto...

—¡¿Porqué no me crees?!

—Ya dije que no puedo tomarte en serio viéndote vestida así —murmura en voz baja con una mirada amartelada—. Te sienta bien el uniforme.

¿Qué?

—¡Ryan! —grita una voz femenina derrepente.

Ambos volteamos a ver hacia la dirección de donde proviene la voz, pronto puedo ver una cabellera larga castaña y unos ojos miel, me parecía muy conocida.

—¿La conoces? —le pregunto confundida.

—Será tu guía —dice sonriente.

—Gwen me aviso que me estabas buscando ¿Que necesitas?

—Me parece que esta es de tu equipo, solo quería avisarte para que no estuvieran incompletas —dice agarrándome por los hombros entregandome a la chica.

—¡Oh, por supuesto! —le responde la chica con una sonrisa—. Gracias por tu apoyo, Ryan.

Él se fue sin decir nada más, mientras yo agarraba rumbo junto a la castaña, por fin iría con mis compañeras; al llegar veo como ya están todas saliendo para formarse, en cuanto empezó el partido mi piel se puso de gallina.

De una u otra manera, ya que no entiendo mucho del juego, pero se que al final ganamos; antes habían avisado que harían una fiesta para festejar si es que teníamos el campeonato.

Ay no, por eso no quería que ganaramos, ahora tendré que ir a la fiesta...

Volví a casa para cambiarme de ropa, no tenía idea de que ponerme y no había nadie en casa para que me ayudará, Nelly ya estaba en la fiesta, al final de cuentas me puse un vestido negro ajustado de tirantes y zapatillas altas.

Como siempre, fui en el auto de Kendall y después Alison me dejo abandonada, estoy sentada en uno de los muebles de la casa donde es la fiesta, observó a todos divertirse mientras me pregunto como carajos les parece entretenido estar con tantos desconocidos.

—Y una vez más —escucho una voz conocida a mi lado—, nos encontramos.

—¿Tu otra vez? —pregunto al ver a Ryan sentado junto a mí—, estoy empezando a creer que eres un acosador.

—Yo estoy empezando a creer que tienes esquizofrenia —dice mirando a los lados—, o dime ¿Donde están tus amigos?

—¿Podrías decirme que haces en esta fiesta? Ni siquiera eres de esta escuela.

—Mis amigos están muy tristes por haber perdido, y como sabíamos que harían una fiesta por su triunfo, les pareció divertido venir.

—¿Tu también tienes esquizofrenia?

—Jerry —dice señalando a un chico que esta muy nervioso—, y Jackson seguro ya se fue a coger.

—¿Si tienes amigos? —pregunto un poco impresionada.

—Tengo una vida, por si es lo que te preguntabas.

Supongo que soy la única que no tiene una gran historia que contar...

Finalmente un destinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora