Finalmente un destino

Capítulo 26

La escuela había organizado un viaje en primavera, o sea ahora, estamos llegando al lugar, vamos en el autobús y Alison esta a mi lado, insistió demasiado en sentarse junto a mí, para pasar "Un día muy divertido" juntas.

—He venido algunas veces, pero siempre es divertido venir con una amiga, y más como tú. —dice Alison abrazada a mi brazo.

No pasaron más de 20 minutos para que Alison me abandonará, debería estar acostumbrada a ello, tal vez por eso no me sentí tan frustrada; al estar sola puedo estar más tranquila.

—¡Kelly! —Grita una voz femenina a mi lado, se posiciona muy cerca— ¿Cómo te va?

—Soy "Keila" —corrijo con desagrado.

La volteo a ver de reojo, es la misma chica de la otra vez, la supuesta "Makenzie" de la cual me advirtió Denzel.

—Lo siento, soy tan olvidadiza —Ríe apenada—, aunque "Kelly" es un nombre muy lindo, podría ser una forma de llamarte, con cariño.

—No me gusta que me llamen así —me alejo a pasos lentos.

—¿Nadie te llama Kelly? —Pregunta sin acercarse.

Ella no podría saber ¿Cierto? Nadie sabe nada sobre mí.

—¿Porqué tendrían que llamarme así? Tengo un nombre corto —digo antes de caminar más rápido.

Escuchar esa forma de hablarme, y de una persona desconocida, en verdad que es escalofriante. Desvío la mirada del camino, puedo notar como Makenzie sigue observándome a detalle, respiro profundo, no tardo mucho en encontrar a Denzel, lo cual podría ser un alivio.

—¡Denzel! —sonrió al llegar a él.

—¿Que es lo que quieres? —habla sin expresión.

—¿Sigue mirándome? —digo entre dientes fingiendo sonreír.

—Si, y lo hará hasta que le des algo que le sea útil.

—¿De qué hablas?

—¿Que fue lo que te preguntó?

—No te incumbe —farfullo.

—Si esta tan cerca de ti es porque no tiene la suficiente información, necesita tu testimonio, algo que se te escape sin querer, se cuidadosa al hablar.

Lo que evite toda mi vida, y ahora una estúpida chica adolescente lo hace.

—No te preocupes —susurro—, tengo un poco de experiencia.

Este tipo de cosas ya no sucedían, desde hace mucho, era algo seguro que iba a pasar, en algún momento, pero son de esas cosas que aunque sabes que pasarán nunca estas preparada.

Durante todo el día pasé mirando a mis alrededores con disimulo, Makenzie no dejaba de ostigarme, jamás la vi a vista notable, pero sabía que estaba ahí.

—¿Estas bien? —pregunta Nelly viéndome llegar a casa.

—¿Porqué la pregunta? —digo sin expresión.