En los siguientes dos días, en lo que Candy seguía haciéndose cargo de los niños de Terry, éste estaba respondiendo favorablemente; y por lo mismo, el lunes por la mañana le preguntaba a su amigo el doctor:
— ¿Cuándo puedo irme a casa? La verdad ya no quiero estar aquí. Además, me he estado sintiendo mejor.
— Sí — dijo Stear. — Sin embargo, los doctores quieren estar seguros de que tu corazón esté funcionando correctamente, y eso es porque no queremos sorpresas futuras. Pero aún así, deja lo comento con ellos y esperemos qué decisión toman, y dependiendo de ello...
— Está bien — contestó el paciente no muy convencido. En eso, alguien tocó la puerta de la habitación.
— Puede pasar — ordenó Stear. Era Archie quien aparecía saludando:
— ¿Qué tal, hermano? ¿Cómo amanecimos hoy?
El recién llegado demostró interés por su convaleciente socio; aunque el galeno era el responsable de responder:
— Ya se quiere ir a casa.
— ¡Ya estoy fastidiado de estar aquí! — se quejó Terry severamente molesto y golpeó el colchón de la cama; entonces...
— Enseguida vuelvo — dijo el médico sonriendo ante el berrinche de aquel impaciente.
Y mientras Stear salía, Archie quien vestía elegantemente y llevaba un portafolios consigo, se acercó una silla para quedar cerca de la cama y se sentó.
— ¿Qué novedades tenemos? — preguntó de inmediato el socio mayor. Y el menor...
— La constructora marcha muy bien. El edificio que se construye en la Avenida 10 va lento, pero sí se ve avance así como las demás obras; pero si son tus pendientes los que en verdad te preocupan, no hay por qué, ya que todos están cubiertos.
— Gracias. ¿Y qué me dices con respecto a ti? ¿Ya tienes noticias de los arquitectos en Grecia?
— No — dijo Archie suspirando con resignación, — pero quiero pensar que siguen analizando mi propuesta del túnel acuático.
— Espero que te lo acepten; tú, más que nadie se merece ese proyecto. Has trabajado y empleado todo el tiempo en ello.
— Lo sé; sin embargo, ellos son los que tienen la última palabra.
— Claro; pero sería genial que por lo menos alguno de los dos logre su objetivo.
La voz de Terry hubo sonado con tono de derrota; y por lo mismo se indagaba:
— ¿Por qué dices eso?
Se compartiría con obvia desilusión:
— La semana pasada tenía que haber entregado el presupuesto y todo el plan para la remodelación del teatro; y con todo esto, es lo más seguro que ya se lo dieron a la compañía de Robespierre.
— Bueno — dijo el visitante, — esperemos que no; porque indagué en tu computador personal, saqué de ahí todo el plan y... ¡lo presenté por ti!
— ¡¿De verdad hiciste eso?! — quisieron saber habiendo empleado un poco de alteración.
— Así es. Sólo espero que no estés molesto por haber metido mis narices en tus cosas privadas.
— No, no, está bien; y... — tanto voz como semblante de Terry cambiaron al cuestionar: — ¿qué te dijeron?
— Aunque sí se molestaron por tu falta de puntualidad, yo les expliqué de tu accidente; y alegando en tu defensa me dieron una prórroga que fue precisamente el viernes pasado y en este momento también lo estarán analizando. Así que, únicamente hay que esperar por las buenas nuevas.
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Corazón Envenenado
FanfictionESTA HISTORIA, COMO LAS ENCONTRADAS EN MI PERFIL, SON DE MI TOTAL AUTORÍA. NO DE DOMINIO PÚBLICO COMO SE ESTIPULA. EN CASO DE DUDA, PUEDEN CONSULTARME. Siendo niños nació la más bella de las amistades; se fortaleció a través de los años. Pero llegad...