Debido a que el verano todavía estaba en la ciudad, el clima afuera era húmedo y caliente; pero aún así la noche estaba esplendorosa y todo gracias también, a la hermosa luna llena que alumbrada todo el lugar.
Iluminados por ella, la pareja llegó al patio para cruzar por una sala rústica y caminar por una angosta vereda de concreto que conducía al jacuzzi donde la rubia metió su pie en el agua, y para su gusto, la temperatura estaba perfecta; de pronto, burbujas comenzaron a brotar.
Terry la rodeó con sus brazos por detrás; y mientras la besaba por el cuello, le confesaba muy cerca del oído:
— Quiero que a partir de esta noche, te quedes conmigo, para que mañana emprendamos juntos, un nuevo camino y siempre tomados de la mano. Quiero que sean tus ojos, tu sonrisa, tu cuerpo, lo primero que vea en el nuevo amanecer y también quiero verte a mi alrededor a toda hora del día para hacerte de mil maneras el amor... Y por las noches después de volver a entregarnos a la pasión, dormir abrazados, acurrucados y nunca dejar de susurrarte al oído... ¡cuánto te amo!
Lentamente, los dos ingresaron al agua; y entre la noche, la luna, el canto de los grillos, el masaje, las caricias, los besos, las palabras y por supuesto, su desbordante deseo, pues no les quedó de otra, que envolverse y entregarse de nueva cuenta... al amor.
. . .
Después de una hora, los dos se envolvían en batas que el castaño había ido a tomar del vestidor para ingresar de nuevo a la casa y levantar de paso las prendas de vestir. Consiguientemente, se encaminaron hacia la recámara del tercer piso. Y como todavía les faltaban novecientas noventa y ocho maneras de cómo hacerlo, pues... aprovecharon que había muchas más por concluir.
Pero ¡ojo! no todo es miel sobre avena, y ese dicho "la curiosidad mató al gato" es bien dicho... porque estando ya acostados y abrazados sobre la amplia cama y como luz, la de la misma luna...
Terry, conforme acariciaba la espalda de Candy, miraba hacia el techo muy pensativo, hasta que no pudo más y...
— ¿Pecosa?
— Sí — contestó ella sin mover su cabeza que estaba recargada sobre el ancho pecho de su amado, quien le levantó el rostro para mirarla de frente.
— Tengo una curiosidad.
— ¿Acerca?
— ¿Quién fue tu primera relación?
La rubia se incomodó un poco y diría con seriedad:
— No me gusta hablar de ello.
— ¿Por qué?
— No tengo un buen recuerdo, es todo.
Ella echó su espalda hacia atrás para ponerla en el colchón, apoyar su cabeza en la almohada y separándose completamente de su contacto.
— ¿Por qué? — volvió él de insistente.
La fémina, apoyándose sobre su codo, lo miró seria; y después de haber hecho la boca de lado, contestaba:
— Fue muy bochornoso y humillante.
— ¿Qué pasó? — Terry la imitó para quedar de frente.
Candy lo pensaba seriamente. Sin embargo y después de tallarse un poco la cara, le soltaba:
— Me dejaron plantada.
— ¡¿QUÉ?! — hubo sido el sobresalto molesto masculino. — ¡¿Te ibas a casar?! —reclamó ¡él! quien ya llevaba dos matrimonios y nadie le dijo nada, ¿verdad?
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Corazón Envenenado
FanficESTA HISTORIA, COMO LAS ENCONTRADAS EN MI PERFIL, SON DE MI TOTAL AUTORÍA. NO DE DOMINIO PÚBLICO COMO SE ESTIPULA. EN CASO DE DUDA, PUEDEN CONSULTARME. Siendo niños nació la más bella de las amistades; se fortaleció a través de los años. Pero llegad...