5¦¦ 𝑺𝒊𝒍𝒗𝒊𝒂

25.7K 2.8K 4.2K
                                    

Sentada en la cama comencé a pasar el cepillo por mi cabellera castaña tranquilamente, desenredando los posibles nudos que se habían formado durante mis horas de sueño

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Sentada en la cama comencé a pasar el cepillo por mi cabellera castaña tranquilamente, desenredando los posibles nudos que se habían formado durante mis horas de sueño. 

Era lo que más disfrutaba de mi rutina de mañana ya que sentía que era un tiempo para mí y también para pensar. 

Habían pasado dos días desde aquella noche de plática con el Capitán Levi -por no decir interrogatorio- y desde que salí del comedor ese día, no he parado de pensar en lo que dijo. 

¿Que algo me estaba limitando?

Además de los muros, no puedo reconocer otra cosa. 

» —Para que viniera finalmente ese dichoso titán de piedra, el titán acorazado.«

—¡Auch! —exclamé cuando pasé mi cepillo con extrema fuerza justo en el nudo más enredado, haciendo que quede peor. 

—¿Estás bien? —preguntó una voz detrás de la puerta, tomándome un poco de sorpresa.

—Eren —nombré con una sonrisa al verlo azomar un poco su cabeza en el marco de la puerta —¿Qué haces por aquí? 

—Hace mucho que no convivía con ustedes, el Capitán me dió autorización —me sonrió— ¿Puedo pasar? 

Asentí. Caminó hasta sentarse en la cama, apoyándose en la cabecera de ésta provocando que le dé la espalda. 

—Armin me ha dicho que haz estado algo distraída —mencionó provocándome una pequeña risa, dirigí mi mirada al cepillo el cual jugaba con mis manos. 

—Siempre he sido distraída —escuché una ligera risa a mis espaldas. 

—No siempre —confesó después de unos minutos de silencio— Como en la batalla de Trost. 

Y exploté.

Me levanté de la cama, me di la vuelta para verle los ojos a Jeager y con brusquedad le pregunté:

—¿Por qué están tan obsesionados con eso?, por las murallas, ¡Supérenlo! —tiré mi cepillo en la cama, y juré por un segundo que se le saldrían los ojos a mi compañero, supongo que no esperaba esa reacción de parte mía—¡por favor!, esa no era yo —Reí con sarcasmo— ¿En serio crees que soy lo que ellos dicen, Eren? 

Se puso de pie, sin despegar sus ojos de los míos, y con la determinación tan conocida de él comenzó a caminar hacia mí haciendo que eleve un poco mi mirada debido a la diferencia de altura. 

—Sí —me sobresalté ante su respuesta— Si no lo fueras, no estaríamos aquí, ambos estaríamos en el estómago del un titán o encarcelados, incluso muertos a manos de otros humanos.

Crucé los brazos al mismo tiempo que desviaba mi vista a un punto aleatorio de mi habitación, prosiguió sin despegar sus ojos de los míos.

—Fuiste tú quien me dió la bofetada de realidad, tú hiciste un plan totalmente improvisado y exitoso. Tú me ayudaste a levantar esa roca —me propinó un golpe en mi frente, sin llegar a lastimarme— solo falta que tú te lo creas.

Wᴇ·ʀᴇ HᴇʀᴏᴇsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora