40¦| 𝑶𝒓𝒗𝒖𝒅 ⁽ᴾᵃʳᵗᵉ ᴵᴵᴵ⁾

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—¿Están listos para mancharse las manos?

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—¿Están listos para mancharse las manos?

Aquella pregunta que lanzó el azabache era para todos, sin embargo, sentía que se dirigió hacia mí, más que para los demás.

No podía dejar que la ansiedad me hiciera una mala jugada ahora, así que me límite a repasar el plan una y otra vez en mi cabeza antes de que algún pensamiento negativo llegara a mí.

Nadie movió un músculo ante la interrogativa, se veían con temerosos, unos más que otros, pero también veía determinación.

Porque era más nuestra ansia por acabar esto, que el temor que nos impedía luchar.

—Diría que sí.

Levi pateó la puerta.

Dejamos caer rápidamente los cuatro cargamentos con pólvora y aceite, inmediatamente todos salimos corriendo para tomar nuestras posiciones.

Sasha disparó a un cargamento del lado derecho, yo hice lo mismo del lado contrario.

»—Necesitaremos otro arqueromencioné mientras veía un punto fijo de la carroza, pensando en el plan que explicó el Capitántenemos un punto ciego en el lado izquierdo.

Sasha es la única del escuadrón que sabe manejar arco contestó Levisi tenemos suerte, no habrá a nadie que cubrir de ese lado.

No podemos apostar algo así, tenemos que estar lo más precavidos que se pueda contesté con ceño fruncido.

A menos que alguien aprenda a usar arco justo ahora, creo que no hay solución para ese problema contestó Hanji rascándose una sien.

Y aunque sé que lo dijo en tono de sarcasmo, la idea no me resultó tan incoherente.

Me dirigí a Armin, quien manejaba el transporte.

¿Cuánto tiempo falta para llegar? pregunté acercándome levemente hacia el rubio.

Como unas tres o cuatro horas contestó mirándome de reojo.

Era tiempo suficiente.

Ahora me acerqué a Sasha, quien montaba su caballo en el lado derecho.

Enséñame a usar el arco me miró sorprendidapor favor.

Pero, Silvi, es muy poco tiempo...

Al menos intentarlo miré a la castaña, suplicantepor favor.

Suspiró antes de responder.

—¿Aunque sea tienes buen tino? preguntó con una ceja alzada.

Estaba a punto de contestar, sin embargo, el azabache lo hizo antes.

Wᴇ·ʀᴇ HᴇʀᴏᴇsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora