34¦¦ 𝑼𝒏𝒂 𝒗𝒆𝒛 𝒎𝒂́𝒔

16.7K 1.4K 954
                                    

Un sonido seco hizo que despertara

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Un sonido seco hizo que despertara. Esperé unos segundos a que mis ojos se adaptaran a la luz del amanecer que iluminaba la habitación para mirar hacia mi derecha.

El azabache estaba sentado en la orilla de la cama cama mientras llevaba su mano a una de sus rodillas mientras susurraba un «carajo», supuse que se había golpeado con la pequeña mesa que estaba cerca de él.

Reí un poco antes de hablar.

—¿Sabes? Creí que cuando ocurriera lo de anoche despertaría a tu lado.

Me miró, aquella expresión enojada y con ceño fruncido desapareció en un dos por tres cuando se encontró con mis ojos.

—Lo lamento, no quería despertarte.

Se acercó dándome un corto pero dulce beso en los labios, posteriormente me miró mientras apreciaba sus pupilas dilatarse.

—¿Todo bien?

Asentí con una sonrisa mientras me sentaba en la cama cubriéndome con las sábanas blancas mi cuerpo desnudo debido al frío del lugar.

—¿Te lastimaste mucho? —pregunté mientras señalaba con mi cabeza su rodilla.

—Solo habrá un moretón —reímos ligero ante su comentario.

Tomó la última prenda que le faltaba para vestirse completamente.

—Creo que debo irme ahora si no queremos levantar sospechas —mencionó mientras se colocaba su camisa gris de manga larga.

—¿Otra vez jugando a la relación secreta, Capitán? —pregunté bromista con una ceja arqueada.

—Ya conoces la situación, Lenz —respondió con cierta tristeza mientras tomaba mi mano.

—Lo sé, lo entiendo, tranquilo —le dije mientras apreciaba sus orbes azules.

Levi me tomó de la nuca con cariño para poder juntar nuestras frentes, cerré los ojos unos minutos disfrutando aquel contacto físico deseando que nunca termine.

—Nos veremos en un rato ¿de acuerdo? —asentí ante su pregunta.

Besó mi frente con un cariño absoluto, dejó sus labios unos segundos más por capricho, no pude no sonreír con las mejillas rosadas.

Se separó para poder mirarme a los ojos unos minutos los cuáles aproveché para perderme en sus azules metálicos.

—Te amo, Lenz.

Sonreí aún más ante aquella declaración, llevé mi mano derecha a su mejilla mirándole con el sentimiento más sincero que tenía.

—También te amo, Levi.

Nos besamos unos minutos, dejándonos guiar una vez más por aquel cálido momento en donde podría decir a viva voz que era completamente feliz.

Solo por el hecho de tener a Levi justo a mi lado.

Wᴇ·ʀᴇ HᴇʀᴏᴇsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora