47¦¦ 𝑺𝒊𝒍𝒗𝒊𝒂 𝑳𝒆𝒏𝒛

10.3K 1.1K 1.2K
                                    

Antes de iniciar el capítulo les recomiendo leer una vez más el prólogo 2. confíen en mí, no se arrepentirán. <3

———————𝐉𝐞𝐚𝐧 ———————

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

———————
𝐉𝐞𝐚𝐧
———————

Pasaron breves minutos después de la explosión para volver a ver a Armin y Mikasa, el primero trayendo un rostro paralizado.

—¿Están bien? —pregunté, a lo que Mikasa asintió— ¿Dónde están Silvia y los demás?

Un profundo silencio se hizo presente un tiempo, ninguno de los dos hablaba, la asiática agachó la cabeza con semblante deprimido mientras Armin no movía ni un solo músculo y sin apartar la vista a sus pies.

—N-no l-lograron evitar l-la explosión —logró decir el rubio entre balbuceos— lo más probable es que... no hayan sobrevivido.

Otro silencio se hizo presente entre nosotros, tal vez apreciando los rostros de los caídos en nuestras mentes o quizá recordando los momentos que tuvimos junto a ellos.

Pero no, Silvia no podía morir. No lo iba a aceptar ni se lo iba a perdonar.

Aún le debía un favor. 

Llegué con prisa hasta la puerta de la habitación que Silvia compartía con Mikasa, Krista e Ymir. Al estar frente a mi objetivo respiré hondo y me armé de valor para tocar dos veces la madera, no pasó más de un minuto para escuchar unos pasos desde adentro de la alcoba y ver la perilla que se había vuelto de color marrón por la vejez moverse.

Al abrirse la puerta, pude presenciar que a la chica de ojos azules no le causaba sorpresa verme, en cambio, me miró seria.

—Ni lo pienses —dijo al instante y sin cambiar su semblante.

—Pero ni siquiera he hablado —reclamé con el ceño fruncido.

—Quieres que haga tu platillo para que le puedas ganar a Sasha en el concurso de comida del comandante Pixis —respondió, causándome asombro al ver que no se equivocaba— no pretendo ayudarte en hacer algo semejante.

Chasqueé la lengua y apreté los puños. Estaba completamente desesperado.

—Por favor, Silvi. Solo tú puedes ayudarme —cruzó sus brazos pareciendo analizarme.

—Creí que Armin y Annie te ayudarían —mencionó apoyando su espalda en el marco de la puerta.

—No es lo mismo. Ellos no tienen tu talento.

—¿Y crees que halagándome voy a aceptar? —junté mis manos en súplica, aun así negó con su cabeza— no Jean, además, Reiner está en el equipo de Sasha y si voy a tu equipo eso sería traicionar la lealtad hacia mi pareja.

Wᴇ·ʀᴇ HᴇʀᴏᴇsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora